Muchos fabricantes se habían atrevido hasta la fecha a probar tecnologías de conducción autónoma en condiciones de conducción reales, es decir, por vías convencionales, y por lo que podemos comprobar, el accidente del Tesla Model S con el piloto automático activado también ha terminado por tener sus consecuencias en esta área.
Y mientras en Alemania ultiman una legislación que obligue a los coches autónomos a ir equipados con cajas negras con la misma funcionalidad que la de los aviones, en China han hecho un llamamiento a la compañías automovilísticas, prohibiendo las pruebas de coches autónomos y los sistemas asociados en sus carreteras mientras la normativa pertinente no entre en vigor.
En la actualidad las autoridades chinas trabajan con la policía elaborando las reglas que permitan el desarrollo de esta tecnología también en el gigante asiático, no obstante, poco se sabe de la fecha en la que la misma se publicará.
Ahora bien, el gobierno chino no ha dejado de mostrar su apoyo y el énfasis por el desarrollo de la conducción autónoma como parte de su estrategia industrial, junto a la movilidad eléctrica. Por eso entendemos que no tardarán demasiado en dar con la normativa. De hecho, fabricantes como Volvo, tienen en su hoja de ruta previsto probar sus modelos autónomos en las carreteras de este país tan pronto como el año que viene.
Vía | Automotive News Europe
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