El caso de las emisiones de Volkswagen llegaba a un punto culminante con la justicia de Estados Unidos cuando fabricante y las autoridades encargadas del caso cerraban un acuerdo que establecía una multa total de 14.700 millones de euros. Por entonces ya se comentó que parte de esa cantidad de dinero iba a ir destinada al desarrollo de la infraestructura para el coche eléctrico.
En concreto serán 2.100 millones de dólares que el grupo VAG tendrá que invertir durante los próximos 10 años por culpa del Dieselgate. ¿Una noticia excepcional? Puede que así sea, pero lo cierto es que no han faltado fuentes en la industria que se han quejado, y en último en hacerlo ha sido Nissan. El motivo es que piensan que semejante suma puede desestabilizar el mercado de la recarga de vehículos eléctricos (sí, en EEUU existe ese mercado).
Hace dos semanas hasta 28 compañías gestores de carga se quejaban en público por esto, y hoy hemos sabido que Nissan también ha remitido una carta a los tribunales pidiendo que se matice la sanción para que el dinero de la multa dedicado a la movilidad eléctrica se gaste para beneficio de toda la industria, y no solo de Volkswagen.
Al fabricante japonés no le preocupa solo la desestabilización del mercado, sino que, con mucha lógica, los puntos de recarga que puedan instalarse a coste de la cantidad mencionada sean solo compatibles con el estándar alemán CCS Combo 2, dejando a un lado el nipón CHAdeMO.
Es un tema espinoso, porque si bien puede pensarse que beneficia a la movilidad eléctrica en general porque obligará a invertir más en infraestructura para competir con la famosa multa, también es cierto que algunos agentes no estarán en condiciones de igualar la apuesta.
Nissan se ha tomado la molestia en su carta de indicar otros puntos que se deberían priorizar para gastar el dinero de Volkswagen, aparte de que los puntos de recarga sean multi-estándar, como que sean programas a nivel nacional para no beneficiar a determinados estados o regiones; que se potencia la recarga rápida por encima de la convencional; o, curioso, que no se dedique ni un centavo a la infraestructura relacionada con el coche de combustible de hidrógeno, por resultar mucho más costosa.
Vía | Inside EVs
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