La economía es la "ciencia que estudia los métodos más eficaces para satisfacer las necesidades humanas materiales, mediante el empleo de bienes escasos" según la tercera acepción del diccionario de la RAE. Uno de esos bienes escasos es la energía, a pesar de que en el universo sobra, al alcance de nuestras manos, no tanto.
En la película Mad Max pudimos ver cómo en un futuro post-apocalíptico los restos de la sociedad luchaban entre ellos por los escasos recursos, entre ellos la gasolina. Si no se tomase ninguna medida en contra del despilfarro energético, sería precisamente eso lo que pasaría.
Sabido es por todos que desde la revolución industrial la calidad de vida del ser humano y el progreso han avanzado de forma nunca antes vista en la Historia. Las máquinas sustituyeron a los músculos de los animales y los recursos renovables que ya se venían utilizando: viento, agua, madera, etc.
Cuando nos encontramos ante un recurso finito, mientras no se detenga su uso, este se acabará agotando sin remedio. Si no es una opción el prescindir por completo de ese recurso, habrá que racionalizar su utilización para que dure el máximo tiempo posible, hasta que se pueda disponer de un sustituto.
Si mañana mismo no se pudiese sacar ni una sola gota de petróleo de las entrañas de la Tierra, la sociedad colapsaría. Se notaría más en unos sitios que en otros, pero básicamente el estilo de vida del que gozamos hoy sería insostenible no a años vista, a días vista. Dependemos del petróleo como los peces del agua.
Durante varias décadas del Siglo XX el hombre no pareció darse cuenta de la que se le venía encima, el caos energético. Fueron los años "felices", donde se derrochaba sin mesura, la época de la conquista del espacio, de los _muscle car_ norteamericanos, de la motorización masiva de la clase media de los países desarrollados...
Las crisis energéticas de los años 70
Pero soplaba el viento de la Historia y la humanidad tuvo que despertar violentamente del sueño. A principios de los 70 varios países del mundo alcanzaron sus picos históricos de producción de petróleo, lo que denominamos pico del petróleo o _peak oil_. Ese momento, a escala planetaria, es inevitable.
Para evitar momentos de desabastecimiento y de pánico, se recurrió al comodín, los incómodos países árabes, que apenas consumían petróleo y tenían recursos de sobra. Parecía una buena solución, hasta que Israel y sus vecinos se dieron una vez más de tortazos. Me refiero a la guerra del _Yom Kippur_ de 1973, la venganza al ataque israelí del 67.
El ejército de la incipiente nación, uno de los mejores entrenados del mundo, consiguió controlar la situación en pocos días gracias, entre otras cosas, al apoyo tecnológico y militar de países como Estados Unidos. Ese apoyo tuvo consecuencias, la OPEP cortó el suministro de petróleo a los aliados de Israel durante meses.
Se produce así la primera gran crisis energética desde la Segunda Guerra Mundial, y tuvo consecuencias devastadoras para la economía de los países afectados. Pero sigamos hablando de crisis. En 1979, cuando una turba enfurecida asaltó la embajada de EEUU en Teherán, se produjo un nuevo corte de suministro.
También hubo dificultades de abastecimiento por la guerra Iran-Iraq, la guerra del Golfo, el pinchazo de las _puntocom_ y el 11-S en 2001... En esos momentos, el precio del petróleo se ha disparado, dañando las economías desarrolladas, que ya no saben vivir sin petróleo.
Hoy día, que ya estamos acostumbrados a pagar la gasolina y el gasóleo a más de 1,3 euros por litro (precio que ya nos parece hasta barato) vivimos las consecuencias de las primaveras árabes, el embargo del petróleo iraní por lo de las presuntas armas nucleares, lo de Siria... En una palabra, esto se llama dependencia energética.
Las alternativas son necesarias, no, obligatorias
Los momentos de crisis son sinónimo de oportunidad, en este caso, las numerosas crisis energéticas han llevado a las mentes más preclaras a avisarnos de que hay que consumir menos energía, ser más independientes en los orígenes de esta, pensar en la sostenibilidad, apostar por lo renovable, etc.
Las crisis de los 70 sirvieron para rescatar del olvido varios inventos que tenían mucha Historia, pero quedaron relegados por cuestiones de comodidad o de estancamiento tecnológico. Los coches eléctricos eran del Siglo XIX, los híbridos también, la caja de cambios de doble embrague o las carrocerías _kammback_ tenían décadas...
Los grandes fabricantes empezaron a desarrollar prototipos y a experimentar con lo desconocido. Cuando el petróleo se creía inagotable y barato por los restos nada de eso era necesario. Pero el nuevo escenario obligaba a encontrar alternativas, porque si no, el futuro pintaba más negro que el petróleo.
Hoy día vivimos rodeados de información sobre propulsión alternativa, el _leit motif_ de Motorpasión Futuro, y aún hay gente que piensa que se trata de una moda. Los más ingenuos piensan que es algo pasajero y que volveremos a los precios bajos del petróleo y a cuando el consumo no importaba tanto.
Pero la realidad es mucho más dura. Por faltar, falta hasta combustible nuclear para las plantas de fisión, no es una solución para todo. El petróleo puede durar tres a cuatro décadas según las previsiones más optimistas (con base real no imaginaria), gas para el doble, carbón para varios siglos.
Todos esos recursos tienen un problema, no son renovables, a menos que queramos esperar unos cuantos millones de años. El petróleo es básicamente zumo de dinosaurio y plantas prehistóricas, así que en la práctica no es renovable. Pero ¿por qué apostar por energía finita, cuando en realidad, sobra?
Ojo, si no se realiza una racionalización del consumo energético, hasta un día la potencia que puede proporcionar el Sol sería insuficiente para satisfacer las necesidades humanas. Eso nos lleva de vuelta a la sostenibilidad, el poder tirar de un recurso sin agotarlo, racionalizando su uso.
Cuando una especie animal o vegetal ha arrasado con todos los recursos de su zona, o se desplaza a otra o queda abocada a la extinción. Ejemplos nos sobran. El ser humano siempre se ha apañado ante la escasez, desde la época de las cavernas, pero claro, el consumo no era significativo en relación a los recursos globales.
"El mayor problema de la Humanidad es que no entiende la Función Exponencial" - Albert Einstein
Esta frase lapidaria viene a decir que no se puede consumir un recurso por encima de sus posibilidades o capacidad de regeneración. Es un concepto harto simple, pero que los responsables mundiales no quieren entender.
La humanidad solo tiene una salida ante este panorama, y es apuntarse a la sostenibilidad, pero a la real. La razón de ser de Motorpasión Futuro no se debe a ninguna moda, sino a una necesidad estratégica de la humanidad entera. Solo se puede calificar algo así de moda nadando en la completa ignorancia.
El pico del petróleo ya ha ocurrido. La producción irá a menos, por muchos yacimientos que aparezcan, no van reemplazando a los que se han agotado. Más adelante pasará con el gas, y con el carbón, incluso con la geotérmica, solar y eólica si no vamos con cuidado. Si no, Mad Max se cumplirá, pero cambiará el vestuario y los peinados.
Hemos vivido una época dorada de progreso y desarrollo, ahora hay que convertirlo en sostenible. Ese enfoque debe extenderse a todos los rincones de la sociedad, desde el ahorro de agua, reciclaje de basuras, racionalización del transporte... hasta la industria alimentaria.
¿Por qué no paran de aparecer alternativas a los motores de combustión interna? Se están haciendo los deberes contra la dependencia energética. Primero se lucha contra la dependencia interna entre distintas naciones. Luego se luchará contra la dependencia, en abstracto, de recursos finitos y no renovables.
Si por razones económicas no hubiésemos descubierto el tema este de la escasez, nos habríamos enterado de otra forma: los desastres ecológicos. El planeta no puede recuperarse indefinidamente de un ritmo tan elevado de consumo y destrucción de recursos. Un día colapsará y nosotros con él, salvo que se haga algo.
Los libros de Historia están repletos de ejemplos de civilizaciones que crecieron y cayeron por problemas de recursos. La nuestra no es una excepción. Estamos perdiendo el tiempo tratando de ignorar lo inevitable, como cuando un niño se tapa las orejas y grita: "¡No! ¡No! ¡No!" como si eso fuese a servir de algo.
Hace ya 40 años recibimos el primer aviso. Se ha hecho mucho desde entonces, pero no lo suficiente. Si en los países árabes no se le hubiesen cruzado los cables a nadie nos habríamos dado cuenta incluso antes, ya que las crisis sirvieron para aliviar el consumo en gran medida.
Dentro de unos cuantos años, tendremos que haber renunciado a una serie de lujos, porque la humanidad no se los puede permitir. A lo largo del Siglo XXI más crisis están por llegar: de tipo energético, de tipo alimenticio o de escasez de agua potable. La crisis económica actual nos parecerá a su lado un chiste.
Espero que estas palabras te ayuden a comprender mejor el porqué de todo esto, su importancia vital, y que no estamos ante ninguna moda. Simplemente es la generalización de algo que se lleva cumpliendo toda la vida, y que toda gloria es pasajera.
Vídeo | Aritmética, población y energía (documental)