Los habitantes de Smithfield, una localidad situada en el estado de Carolina del Norte, tienen un nuevo motivo para sentir inseguridad en sus vidas y es que la policía local ha afirmado que no acudirán a las llamadas de delitos menores hasta que el ayuntamiento les de dinero para gasolina.
La situación podría resultar hasta cierto punto divertida, pero no lo es en absoluto ya que esto representará una ventaja a los delincuentes que pueden ver en esta decisión unas jornadas de puertas abierta para cometer sus crímenes sin temer la llegada de la autoridad, por lo menos en coche.
Según los responsables del departamento de policía local, esta decisión llega después de que la ciudad haya recortado hasta un 14% su presupuesto, y que les ha dejado sin medios económicos, lo que no es nada si lo comparamos con la estrambótica decisión tomada por el ayuntamiento de la localidad tejana de Alto, que ha decidido suprimir durante seis meses el cuerpo de policía, por falta de fondos.
Sin duda que llegar a estos extremos es señal de mala gestión y es por eso que la nueva generación de vehículos eléctricos deben y pueden jugar un papel muy importante en la recuperación económica y social de nuestros países, tanto por el ahorro económico que estos supondrán, sobre todo fugas de divisas a los países productores, como por la importante creación de empleos que provocará.
Vía | Gas2
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