Desde Alemania nos llega una de las propuestas más impresionantes de los últimos años, un deportivo eléctrico pensado para aquellos que no se quieren resignar con el final de la producción del Tesla Roadster y desean por encima de todo, un deportivo eléctrico de altas prestaciones que promete unas sensaciones únicas.
Bajo el cuerpo de un Lotus Elise, el PG Elektrus esconde un sistema de propulsión eléctrica donde el protagonista es un potente motor eléctrico de 200 kW (272 CV) y un par motor de 350 Nm disponibles desde cero revoluciones, que le disparan hasta los 100 km/h en 3 segundos y hasta una velocidad máxima limitada a 250 km/h, aunque sus diseñadores aseguran que puede alcanzar los 300 km/h.
En cuanto a la energía, esta procede de un pack de baterías de litio que según sus desarrolladores, le proporciona una autonomía de hasta 350 kilómetros con cada carga, dependiendo siempre del estilo de conducción, una cifra que a pesar de no estar aclarado en la nota de prensa, obligará a PG a instalar una batería de un tamaño y peso considerable, el talón de Aquiles de Tesla Roadster.
Pero donde realmente se diferencia esta locura alemana es en un diseño exterior totalmente rompedor, que mezcla en una sola pieza el vanguardismo más psicodélico alemán, con toques que nos recuerdan a los modelos italianos, sobre todo ese frontal con una boca de tiburón clásico en los Masseratti.
Según sus creadores, el propietario de este modelo podrán customizarlo a su gusto y entre los elementos disponibles encontramos un panel solar, que estará instalado en la luna trasera desde donde podrá recargar las baterías. Además los conductores podrán alternar un cambio automático con uno secuencial y como colofón a la locura, tendrán un simulador de sonido, para aquellos que la ausencia de ruido sea un problema y prefieran el atronador aullido de un V8 o un F1.
Pero no se acaban las locuras en su diseño y es que PG espera poner en el mercado una edición limitada de 667 unidades, con el módico precio de 240.000 euros cada una, suficiente para comprarnos dos Teslas y medio y que convierten a este alemán en una excentricidad para los amantes de las piezas únicas, con mucho, mucho dinero.
Vía | Autobloggreen
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