Pasar la ITV con un híbrido, ese pasatiempo...

Prueba de gases en ITV

Tener un coche híbrido es algo especial. Todo eso de la ecología, moverse con el motor eléctrico y que el depósito dure más de lo normal que en un gasolina está muy bien. Sin embargo, en honor a la verdad, también hay que admitir que un híbrido también puede acarrear algún problema, como por ejemplo en la ITV.

Tuve que llevar a mediados de año mi Prius 3g (2009) a inspección por tener que homologar un par de reformas, ya que hasta 2013 no le tocaba la obligatoria. Lo que voy a contar a continuación no lo ha “sufrido” casi ningún cliente particular del Prius 3g, pero los taxistas y dueños de modelos previos ya saben por dónde van los tiros.

Me refiero a la famosa prueba de gases, que exige que el motor térmico esté al ralentí para medir las emisiones. Resulta que los híbridos, por norma general, cuando se detienen, apagan el motor térmico, salvo que anden escasos de batería o estén en fase de calentamiento. La liamos.

Toyota Prius 1g (2000, modelo de exportación)

El génesis de la ITV a los híbridos

El diálogo a continuación es imaginario, pero a buen seguro sucedió algo parecido cuando un conductor español llevó a revisar uno de los primeros —y escasos— Prius que se matricularon a partir de 2000. Nuestro conductor llega a la prueba de gases:

- Técnico: Por favor, encienda el motor y manténgalo a unas 2.000 y pico vueltas.
- Conductor: Ya está encendido.
- Técnico: Por favor, encienda el motor, no salen gases.
- Conductor: Le digo que ya está encendido, este coche es híbrido, no emite gases en parado y por lo tanto no hay nada que medir.
- Técnico: Menos cachondeo y enciende el motor, anda.

Tanto uno como otro tenían razón, solo que al 50%. Resulta que medir las emisiones en parado en un híbrido es una mera cuestión formal, ya que en circustancias reales, es difícil que un coche de este tipo esté emitiendo nada, porque el motor térmico suele estar parado, por lo tanto, las emisiones son cero, salvo que el conductor haya cenado fabada.

Solución: modo de inspección

Pero los ingenieros, que se las saben todas, prepararon los coches para que se pudiese forzar el motor térmico a funcionar, lo que se llama modo de inspección. Se fuerza así a que el motor térmico permanezca encendido para esa prueba o para cuando están en el taller.

Los que hayan jugado a una consola sabrán que en determinados juegos, para conseguir un movimiento o habilidad especial, hace falta una combinación especial de botones o teclas, muy rápida y en un orden exacto. Por ejemplo: triángulo + círculo + dos veces R2 + Start + cuadrado, ¡y nos sale el combo de la patada giratoria!

A continuación, cómo activar el modo de inspección de un Prius de segunda generación (no es broma):

  • Meter la llave en el hueco habilitado
  • Pulsar el botón Power una vez, y después otra, sin pisar el freno
  • Con el pie izquierdo, pisar el pedal del freno
  • Con el pie derecho, pisar a fondo el acelerador dos veces
  • Poner el cambio automático en “N”
  • Con el pie derecho, pisar a fondo el acelerador dos veces
  • Pulsar el botón “P” (posición de estacionamiento)
  • Con el pie derecho, pisar a fondo el acelerador dos veces
  • Pulsar el botón Power
  • ¡Modo de inspección activado!
  • Suelta el freno hijo mío
Prueba de gases en ITV

¡Buf! ¡Qué complicado!

¿A nadie le ha recordado todo esto a lograr un fatality en el Mortal Kombat? Pues a mi un rato. Cuando pasé mi ITV, por supuesto olvidé la famosa secuencia, y ante la insistencia del técnico para que encendiese el motor, solo se me ocurrió una solución.

Tenía la batería con poco nivel, pero no el suficiente como para arrancar el motor térmico, así que puse el aire acondicionado al máximo y encendí la luneta térmica. El coche pasó a temperatura polar y al cabo de un par de minutos, ¡pum! Se encendió.

Al cabo de unos segundos, la batería llegó al nivel adecuado y volvió a apagarse, y el técnico dijo que no había sido tiempo suficiente, así que vuelta a empezar. Conmigo venía un mecánico, un hombre mayor, y encima de Sevilla (llevan mal la fresca), y un poco más y me lo cargo por hipotermia.

¿Y qué pasa con los Honda híbridos con sistema IMA?

Pero no solo de Toyotas viven los híbridos, ¿qué pasa con los Honda? Pues os remito a un mensaje en un foro del 25 de noviembre de 2011, cuando se revisó presuntamente el primer Insight en ITV de España, al ser un coche de flota. Los técnicos, según el autor, no se atrevían a hacerle la prueba para no romper nada.

Tuvieron que llamar al concesionario Honda más cercano y preguntarles. Les respondieron que, a diferencia del sistema híbrido de Toyota, no pasaba nada por pasar la prueba de rodillos, y que pasaran la inspección como en un coche normal. Esa es otra, para la prueba de rodillos, menos mal que no me olvidé de poner la transmisión en “N”, o me lo descuajeringan.

La prueba de gases la pasé, como no podía ser de otra manera™ sin ningún problema. Además, como estaba haciendo la prueba de gases usando GLP, salían aún menos emisiones de las que tocaba. Es muy curioso que uno se gaste un dinero en tener un coche que contamine poco y que luego en la ITV me obliguen a contaminar para comprobar que si contamino, contaminar contamino poco, pero contaminar pa ná es tontería. ¡Qué lio!

Técnicos de ITV viendo entresijos híbridos

A cuento de todo esto, me ha hecho gracia un titular de esta mañana:

TOYOTA ESPAÑA y AECA-ITV colaboran en la mejora de las inspecciones de los vehículos híbridos

Más de 150 técnicos de estaciones de ITV de toda España han asistido a las Jornadas de Formación conjunta organizadas por ambas instituciones con el objetivo de actualizar y compartir conocimientos sobre los vehículos híbridos para su aplicación en las inspecciones técnicas.

Siendo muy malpensados, podemos deducir que esta marca de coches, a la vista de los comentarios/quejas de los propietarios de que los operarios de la ITV no tienen ni idea no saben activar el modo de inspección —porque ellos no tienen por qué saberlo— ha decidido montar estas jornadas de formación.

Entre los operarios de las ITV encontraremos de todo, desde el experto que toca todos los palos (técnico A, el terror de los tuneros), hasta al que busca el motor de un SEAT 600 en el vano delantero (técnico B). Hay de todo en la viña del señor. Pues a un operario del tipo “B”, o le enseñan qué es el modo inspección, o le tocará llamar al concesionario más cercano.

Stop&Start de Opel

Lo mismo le pasará, dentro de unos años, a aquellos que se han decantado por coches “raritos” como el BYD F3 DM, Opel Ampera, Fisker Karma, etc. Espero que cuando les llegue un eléctrico puro, no se pongan pesados con la prueba de gases, o de lo contrario, obligarán al conductor a bajarse los pantalones, apretar y apretar hasta que salga algo que analizar (he procurado ser fino).

En los coches que simplemente tienen un sistema Stop&Start, es decir, la parada y arranque automática del motor en las detenciones, basta con pulsar un botoncito en el salpicadero que pondrá “ECO” o tendrá una A encerrada en un círculo, tachada. El motor térmico arranca en el acto y se puede hacer la prueba de gases sin mayor historia.

De todos los híbridos que hay en España, la aplastante mayoría son de Toyota más un puñado de Lexus. Todos tienen la característica común de ser híbridos combinados con cambio CVT. En los Honda y otras marcas europeas es más fácil, al ser semihíbridos, el motor térmico facilita las cosas, es un sistema mecánico más simple.

En resumen, mi consejo es que quien tenga un híbrido se entere previamente de cómo va el modo inspección, por si le toca un técnico de ITV del tipo “B”, para evitar recrear el diálogo para besugos del comienzo de esta columna. No desearé suerte para pasar la inspección porque con este tipo de coches, no es necesaria (salvo que se intente homologar un kit aerodinámico o algo así).

Vídeo | Youtube

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