Las autoridades de París vuelven a tomar medidas específicas para reducir los volúmenes de contaminación en la ciudad. La nueva corporación municipal ha puesto ahora su punto de mira en los límites de velocidad urbana.
De este modo, la nueva normativa en la que se está trabajando pretende disminuir la velocidad máxima permitida de forma general de 50 km/h a 30 km/h. Esta medida forma parte de un nuevo proyecto de movilidad sostenible que pretende evitar que la capital parisina vuelva a vivir episodios de contaminación como los ocurridos el pasado marzo.
No obstante, la imposición de esta nueva limitación será más compleja de lo que parece. Y es que no afectará a todas las zonas urbanas, y además habrá otras tantas vías con excepciones. Este es el caso de algunas de las arterias principales de la ciudad aledañas al río Sena, que conservarán el máximo de 50 km/h.
Otras tantas zonas se tratarán de reconvertir para la integración de peatones, bicicletas y bicicletas eléctricas. En estas la velocidad máxima bajará hasta los 20 km/h. Otra vía que sufriría cambios será su carretera de circunvalación, en el que el límite se reducirá de los 80 km/h a los 70 km/h.
Con estas medidas se pretende, no sólo disminuir el volumen de emisiones relativas a la automoción, sino hacer lo propio con el número de accidentes, reducir la dependencia energética externa o mejorar las condiciones de accesibilidad al comercio local. Veremos si esta nueva norma consigue estos objetivos sin hacer perder la paciencia a algún que otro parisino.
Vía | World Streets
Foto | House of Hall (CC) en Flickr
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