Los limpiaparabrisas de los coches ya no van a ser necesarios, al menos eso opina McLaren, y no es porque no vaya a llover más, sino porque van a ser reemplazados por la misma tecnología que se utiliza hoy en día en los aviones de combate o en las naves espaciales.
Los clásicos brazos con escobillas desplazándose de un lado a otro del parabrisas, haciendo ruido y obstaculizando a la vista, tienen sus días contados si las pruebas que está realizando McLaren funcionan como esperan y son capaces de repeler el agua y cualquier material que se deposite sobre el parabrisas.
La idea es enviar por la superficie del parabrisas un campo de ondas de sonido de frecuencia ultra-alta, a 30 kHz, producidas mediante un transductor ultrasónico, que con su vibración desprendería de la superficie del parabrisas cualquier material, incluidos los molestos insectos, el polvo y el agua. El mismo método que utilizan los aviones de combate cuando ruedan por pistas, o a baja altura, para mantener una buena visibilidad.
La ventaja de este método comparada con los clásicos limpiaparabrisas estaría por un lado en la mejora aerodinámica que supondría, por otro el menor peso que supondría al eliminar algunos componentes, además la facilidad para eliminar el hielo o la escarcha en zonas de clima frio con tan solo apretar un botón, y por último la ventaja que supondría para la mejora de la visibilidad.
Aunque McLaren no ha confirmado todavía cuando empezaría a sustituir los clásicos “limpias” por esta nueva tecnología, se cree que empezará con ellos en su nuevo superdeportivo McLaren P13 que espera poner a la venta en 2015, acabando así con los 110 años de vida de las clásicas escobillas desde que fueran inventadas en 1903.
Vía | Car Soops En Motorpasión Futuro | Así iba a ser el coche del futuro: Chrysler TurboFlite