Tres años, ese es el objetivo que se marcan Tesla y su presidente, Elon Musk, para la llegada de la conducción autónoma a la marca. El anuncio llega poco después de la publicación de un puesto de ingeniero especializado en este tipo de sistemas que os comentábamos hace unos días.
Sin embargo Musk no habla de un vehículo completamente autónomo, sino de un eléctrico capaz de realizar recorridos siguiendo este tipo ayudas a la conducción en un 90% de los trayectos. El 10% restante quedaría reflejado en, por ejemplo, trayectos de caminos rurales o maniobras específicas como entrar en un parking privado.
Para conseguir que el sistema de conducción autónoma del vehículo se trague todo lo que le eches, es decir, moverse de un punto A a un punto B sin importar el trayecto y sin ningún tipo de acción por parte del conductor, aún habrá que esperar bastante más. Según los expertos y las marcas, un periodo de entre 8 y 20 años.
Todo dependerá de los adelantos que se consigan en ese ámbito, el empuje de las marcas para la instalación del sistema a nivel global y, sobre todo, el posible interés que marque el público frente a la iniciativa. Sin duda la característica más importante para que los fabricantes se lancen a la carrera de estas ayudas a la conducción con el respaldo de una industria que pueda extraer beneficio de ello.
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