A poco que seas un poco techie, reconocerás en el interiorismo de Magna Touchskin una obra de arte del siglo XXI. La verdad es que aunar en un solo concepto las ideas “Motor” y “Electrónica de consumo” es algo que las marcas están haciendo cada vez más, pero lo de estas preparaciones supone dar un salto cualitativo hacia adelante.
En el concepto Magna Touchskin, los botones y demás dispositivos de mando del vehículo han sido sustituidos por todo tipo de transmisiones inalámbricas y también por pantallas capacitativas muy similares a las que ya empleamos en la tecnología táctil del día a día. Ahora dentro del coche ya es sólo cuestión de presionar, pulsar, arrastrar y soltar para obtener las prestaciones del motor como quien escucha una canción en el móvil.
Arrancar el motor deslizando un dedo, subir y bajar las ventanas con un movimiento similar o hasta graduar los espejos (o las cámaras) situando el dedo sobre la pantalla serían algunas de las infinitas posibilidades que se abren para una tecnología que ya es presente aunque al combinarla con el mundo del automóvil pueda parecer futurista:
De hecho, la apuesta de Magna, que aspira a lanzar sus productos en 2014, contempla no sólo las manos como instrumento de control sino cualquier superficie del cuerpo que esté en contacto con el vehículo. ¿Quién sabe si en el futuro conduciremos con simples gestos corporales?
Vía | Motor Authority