El alcalde de Londres, Boris Johnsons, lo ha dicho muy claro: "Para 2018 todos los taxis tendrán que ser de cero emisiones". El objetivo de esta medida no es otro que el de reducir la contaminación del aire que padece el centro de la ciudad. Electrificar la flota de taxis es una buena forma de empezar.
Se estima que el trafico rodado es el culpable del 80% de la polución del aire en el centro de Londres, un 30% de esta contaminación es generada integramente por el gremio del taxi. Los motores diésel que montan la gran mayoría de estos vehículos son un importante lastre para la calidad del aire en las ciudades.
Se ha hablado de cero emisiones locales, pero dentro de esta consideración caben vehículos híbridos enchufables o eléctricos de autonomía extendida. Lo que importa es que dentro del casco urbano no podrán utilizar el motor de combustión. De esta forma se deja la puerta abierta para que los taxis puedan seguir realizando carreras de larga distancia, algo que con los vehículos 100% eléctricos sigue sin ser factible.
Frazer-Nash Research, la empresa que está detrás de los míticos taxis londinense, acaba de sacar un nuevo modelo llamado Metrocab, que está provisto de tracción eléctrica mediante baterías de litio y un extensor de autonomía. Recientemente han comenzado a distribuir las primeras unidades, pero aun está en fase de pruebas.
Otras alternativas son el Nissan Leaf o la Nissan e-NV200, que ya ha hecho sus pinitos como taxi en la ciudad del támesis. El faabricante chico BYD también ha hecho tímidas aproximaciones a este mercado con su eléctrico BYD e6. Cuando entre en vigor la norma, parece que candidatos no van a faltar.
Esta medida se une a otras que está tomando el gobierno local, siempre en aras de mejorar el aire que respiramos respiran los londinense. Para 2020 quieren crear una zona de ultra bajas emisiones en la zona más céntrica de Londres. Imagino que la idea consistirá en prohibir el tráfico rodado en general salvo algunas excepciones como transporte urbano, vehículos de logística y puede que vehículos híbridos y eléctricos.
Puede que algunos sectores se echen las manos a la cabeza con esta medida, pero no deja de ser una iniciativa muy lógica. Al final estamos hablando de la salud de todos y los servicios públicos deberían de ser los primeros en dar ejemplo y acometer el cambio. Junto con los taxis también están los autobúses, también bebedores de gasóleo.
Puede que no estemos preparados todavía para dar el salto a los vehículos 100% eléctricos, pero hay alternativas viables que sin ser perfectas son mejores que lo que tenemos ahora. Se me vienen a la cabeza los autobuses urbanos que funcionan con GLP por ejemplo, que pese a ser minoría, cada día que pasa aumenta su número.
Vía | Inside EVs En Motorpasión Futuro | Del emblemático taxi de Londres a la evolución eléctrica