Nueva York tiene muchas cosas que hacer o que ver, pero hay lugares en esa ciudad por los que siempre se pasa, vayas las veces que vayas, como Broadway o Times Square, y cosas que suponen una experiencia romántica inolvidable para aquellos que visitan la ciudad en pareja, como un paseo en calesa tirada por caballos por el céntrico Central Park.
La tradición del paseo en coche tirado por caballos cuenta con más de 150 años de historia, se remonta a la época en la que se fundó el parque, de ahí que la mayor parte de los caminos estén diseñados para moverse con este medio de transporte. Es la mejor forma de conocerlo y sumergirse en la historia de la ciudad, además de conocer los lugares más famosos aparecidos en las películas de Hollywood y que gustosamente te muestran sus conductores.
Durante estas Navidades ha habido más gente de lo habitual utilizando este servicio, ante la posibilidad de que fuera esta la última vez que lo pudieran disfrutar, y es que el recién nombrado alcalde de la ciudad de Nueva York, el demócrata Bill de Blassio, es un acérrimo defensor de los derechos de los animales y más de una vez se ha mostrado en contra de esto que él define como “trato peligroso e inhumano”.
Los defensores de los animales están en contra de que los animales circulen por las calles de Nueva York, y a los defensores de los coches eléctricos les encantaría ver más coches eléctricos circulando por la “Gran Manzana”, así que al señor Blassio se le ha ocurrido la idea de sustituir estos coches de caballos por coches eléctricos, eso sí, al más puro estilo “vintage” de principios de siglo pasado.
En verano los coches de caballos se decoran con flores de múltiples colores, mientras que en invierno a los turistas que pasean en ellos se les ofrece una cálida manta para abrigarse del frío en su paseo. Yo soy un entusiasta defensor de la movilidad eléctrica, pero, cuando estos carruajes sean sustituidos por imitaciones de vehículos eléctricos al estilo del año 1.900, ¿en donde residirá el encanto?
Es verdad que en los comienzos del siglo XX casi el 40% de los vehículos de la ciudad de Nueva York eran movidos por electricidad, frente a tan solo un 22% de vehículos movidos por gasolina y el resto por vapor, pero los vehículos eléctricos, por muy réplicas de vehículos clásicos que sean, no son la mejor manera de pasear por el interior de un parque.
Por otro lado, las estadísticas de la ciudad de Nueva York arrojan un balance de tan solo seis accidentes, desde el año 2006, en los que se viera involucrado un coche tirado por caballos, por lo que no creo que sea como para catalogar a esta actividad como peligrosa, hasta el extremo de llegar a tener que prohibirla. Seguramente los demás conductores respetarán más a un vehículo tirado por caballos que a otro coche, por muy aspecto clásico que tenga.
Fuente | NY Daily News En Motorpasión Futuro | Nueva York estrena el servicio de alquiler de bicicletas Citibike