Ahora que los coches son capaces de alertarnos de situaciones de peligro, por ejemplo al cambiar de carril involuntariamente, e incluso en determinadas situaciones tomar ellos el control del vehículo, como en el caso de la frenada de emergencia, toma más sentido todavía el que el propio coche pueda tomar esas decisiones con más antelación y por lo tanto es necesario incorporar los medios necesarios para ello.
Con la tecnología de reconocimiento facial se pretende justamente eso. En primer lugar, alertar al conductor de una situación de peligro en el caso que se reconozca su cansancio o su falta de atención a la carretera, y en segundo lugar reaccionar con antelación, en el caso que el conductor no lo haga, evitando en lo posible el accidente y, por lo tanto, hacer la conducción más segura.
Mediante la colocación de sensores se puede detectar en qué dirección está mirando el conductor, el grado de apertura de sus ojos, el ángulo y el grado de inclinación de su cabeza y así determinar el estado del conductor y ajustar el comportamiento del coche a ello. De esta forma se podrían evitar salidas de carril o choques contra el vehículo precedente cuando el conductor no estuviese prestando atención o se hubiese quedado dormido.
Además, según el estado del conductor los sistemas de seguridad se podrían activar adaptándose a su estado para una mayor eficacia, de forma que se activaran antes si la atención del conductor no fuera buena o en ese momento puntual se encontrara mirando hacia otro lado distinto de donde esté la situación de peligro.
La tecnología utilizada por Volvo se basa en pequeños LEDs de luz infrarroja que iluminan al conductor pero que no son visibles por el ojo humano. Esta tecnología es capaz de ver la cara del conductor bajo cualquier circunstancia ambiental, ya sea de noche o de día, nublado o con el sol de frente, lo cual permite sea usada con gran fiabilidad.
Mediante el uso del reconocimiento facial también se abren nuevas posibilidades. Por ejemplo, el coche sería capaz de reconocernos, mediante la lectura de diferentes puntos de la cara, y ajustar automáticamente la configuración de los asientos, los retrovisores, etc. También podría ser utilizado para evitar los robos de los vehículos particulares impidiendo el arranque del vehículo si no es reconocido el conductor.
Actualmente Volvo ya ha instalado esta tecnología en alguno de sus vehículos de pruebas y, junto con un equipo de la Universidad Chalmers de Tecnología, pretende identificar la mejor forma de detectar el cansancio y la falta de atención antes de lanzarse a equipar en serie sus vehículos con reconocimiento facial.
Vía | Green Car Congress En Motorpasión Futuro | Toyota pretende mejorar sus sistemas de seguridad con reconocimientos faciales