Hace dos años os hablamos de los trabajos de Audi en un área bastante interesante. Se trataba de un proyecto que buscaba desarrollar una suerte de suspensión activa, capaz de recuperar energía eléctrica aprovechando el movimiento del coche.
A día de hoy esa idea se ha convertido en una realidad, y el fabricante alemán ha venido a bautizar la innovación como eRot. El principio de esta tecnología es sencillo: los amortiguadores actuales absorben energía cada vez que realizan su labor, energía que se pierde en forma de calor. Audi consigue evitar esto con un sistema electro-mecánico que además abre nuevas posibilidades en el ajuste de la suspensión.
El saldo energético que aportaría este sistema no sería nada despreciable para los coches eléctricos, contribuyendo a un leve aumento en la eficiencia de los vehículos.
Durante los últimos años el fabricante ha venido testeando su eRot y cuantifica oficialmente su recuperación energética, que se sitúa entre los 100 y 150 vatios de media a través de las pruebas realizadas en carreteras alemanas. En cuestión de emisiones de dióxido de carbono, hablan de una reducción de tres gramos por kilómetro. Eso sí, para su incorporación, Audi tendrá que actualizar el sistema eléctrico de sus vehículos hasta los 48 v, algo que comenzará a afrontar a partir del año próximo.
Gracias a Ibáñez por la pista.
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