En varias ocasiones hemos hablado de la importancia de un cambio en nuestros hábitos para dejar a un lado nuestro cómodos, pero cada vez menos sostenibles coches, y cambiarlos por un medio de transporte más saludable y a la vez, económico, la bicicleta.
El problema es el de siempre, no hay carriles bici y salvo honrosas excepciones, como por ejemplo el de Vitoria, seleccionada como Capital verde 2012, la cruda realidad es que coger la bici en cualquiera de nuestras ciudades es un acto de valentía, o un recurso para el que no le queda otro remedio.
Pero la pregunta es ¿y si ponemos más carriles bici? pues la respuesta nos llega desde Nueva York, donde en los últimos cuatro años se han duplicado el número de ciclistas, coincidiendo con una política de promoción y ampliación del número de carriles bici en la ciudad.
La lección es que si aumentamos los carriles reservados a la bicicletas, los ciclistas aparecerán hasta debajo de las piedras ya que la bicicleta es un medio de transporte económico, a lo que tendremos que sumar el aspecto ambiental, lo que nos da como resultado, ciudades donde respirar no sea una imprudencia.
Vía | Reuters
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