Hace un mes mi compañero Gonzalo Lara nos informaba de la presentación de la versión híbrida de la Nissan Serena denominada S-hybrid. En esta versión, el coche dispone de un sistema de regeneración de energía en la frenada, que después es utilizada para proporcionar electricidad a los elementos auxiliares del vehículo, como alumbrado, climatización, motor de arranque, etc. Vamos, que la denominación hybrid puede dar a engaños, ya que las ruedas no se mueven con electricidad en ningún momento.
Gracias a este sistema, Nissan afirma que se puede ahorrar un 10% en combustible por un bajo precio, ya que el sistema no es tan caro como un híbrido como tal. A su vez, con este sistema ahorramos un 10%, un modelo híbrido puro puede ahorrarnos hasta un 40%, con lo que la diferencia es considerable.
Desde Nissan defienden su postura argumentando que su sistema ahorra en la misma proporción al coste que un sistema híbrido. Según cálculos de Nissan, su S-hybrid ahorra un 10% de combustible con un coste de alrededor de 1500 €, mientras que un Toyota Prius necesita casi 5.000 € de sobrecoste para conseguir el ahorro anunciado.
Por ahora Nissan ni confirma ni desmiente si este tipo de soluciones de “hibridación” se extenderán a más modelos o a mercados externos al japonés. En principio parece una maniobra de cara al mercado interno, ya que en Japón Nissan está perdiendo ventas por su prácticamente nula oferta de híbridos, que dan a Toyota el primer puesto en las ventas, lideradas por el Prius y con el nuevo Toyota Aqua siguiéndolo de cerca.
Fuente | Automotive News
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