Mucha gente se pregunta si es más rentable un híbrido, y antes de decir "sí" o "no" conviene aclarar los matices y las incógnitas de la ecuación. Para empezar, la rentabilidad de un coche privado es muy cuestionable en bastantes casos, suele ser la segunda mayor inversión de las familias tras la vivienda.
Para ello voy a realizar una serie de análisis de modelos híbridos y eléctricos de venta masiva, considerando no solo el consumo de combustible, sino lo que habría que pagar de impuestos y las operaciones de mantenimiento según Audatex. Igual no es exacto, pero se aproximará todo lo posible.
En el segmento C veremos qué pasa con el Toyota Auris HSD (136 CV) contra los tres pesos pesados del segmento, el Renault Mégane 1.6 dCi (130 CV), Ford Focus 2.0 TDCi (163 CV) y Citroën C4 2.0 HDi (150 CV). Presupuesto de 22.000 a 24.000 euros, con el equipamiento que más cuadre en cada uno.
Caso del Renault Mégane
Con las tarifas actuales y el descuento vigente, el Mégane 1.6 dCi _Dynamique_ (130 CV) se puede comprar por 22.350 euros en carrocería de cinco puertas. No paga impuesto de matriculación. El consumo homologado es de 4 l/100 km, aunque los datos de Spritmonitor apuntan a 5,8 l/100 km de gasóleo.
Para 120.000 kilómetros serán 6.960 litros, a una media de 1,4 euros por litro, 9.744 euros en combustible. Los intervalos de mantenimiento son de 30.000 kilómetros o dos años. La primera y tercera cuestan 318,28 euros, básicamente cambio de aceite y filtros. Las otras duelen más.
La revisión de los 60.000 kilómetros sube a 431,47 euros por el filtro del combustible. La de los 120.000 km también es muy dolorosa, 1.245,62 euros, incluye un cambio de correas, líquido de frenos, filtro de combustible y mucha mano de obra dentro del vano motor. Para 11,6 caballos fiscales el IVTM sería de 65 euros en Madrid.
Caso del Ford Focus
No se me ha ido la cabeza con el precio, el Focus ofrece 163 CV por 21.150 euros, aunque habría que ver diferencias de equipamiento. Consumo homologado 4,9 l/100 km, según Spritmonitor 6,71 l/100 km. En 120.000 km costará en combustible 11.272,8 euros. Potencia fiscal 13,30 CVf, 140 euros en Madrid.
La revisiones son cada 20.000 kilómetros o un año. La primera y la quinta salen a 121,21 euros, cambio de aceite y filtros. Cada 40.000 km se le cambia el líquido de frenos, estas a 217,23 euros. Cada 60.000 km filtro de combustible, 237,86 euros. La de los 120.000 km implica _combo_, ambas cosas, 333,89 euros.
Es decir, en los primeros 120.000 km nos habremos gastado solo en revisiones 1.248,63 euros. Aquí el Mégane pierde por paliza, su mantenimiento nos habría costado 2.313,65 euros. Ahora bien, el Focus bebió 1.528,8 más de gasóleo, así que el Mégane acaba siendo más barato en consumo y en impuestos.
Caso del Citroën C4
Por 22.700 euros hay otro caramelo apetitoso, el C4 con motor HDi de 150 CV y acabado tope, el _Exclusive_. Consumo homologado 5 l/100 km, el real está en 6,10 l/100 km de gasóleo. En 120.000 km nos vamos a 10.248 euros. La potencia fiscal como el Focus, así que son 140 euros de IVTM.
Citroën nos llamará a taller cada 30.000 km o dos años. Hay que cambiar más a menudo el líquido de frenos, y filtro de combustible cada 60.000 km. Son cuatro revisiones en cuatro años, los costes de las mismas son 254,72, 308,63, 224,91 y 352,96 euros respectivamente.
La suma ascendería a 1.141,22 euros. Resulta notablemente más económico que el Mégane y algo menos que el Focus. Ahora bien, el Mégane ha consumido 504 euros menos en combustible y ha pagado menos IVTM. El precio de mano de obra es el más barato, 48 euros la hora.
Caso del Toyota Auris HSD
El Auris híbrido (136 CV) sale por 23.200 euros con un acabado muy generoso, _Advance_. Consumo homologado 3,9 l/100 km de gasolina, 5,09 l/100 km según Spritmonitor. A 1,45 euros/litro de gasolina, los 120.000 km saldrían a 8.856,6 euros. Con 12,4 CVf pagaría 140 euros en Madrid, sin aplicar la bonificación por híbrido.
Los intervalos de mantenimiento son de 15.000 km o un año, parece más desfavorable. Pues bien, los costes son más bajos, no se cambian filtros de combustible, ni correas, solo bujías a los 90.000 km. Las seis revisiones costarían respectivamente: 57,69, 132,68, 64,11, 100,61, 229,65, 100,61 y 132,68 euros.
La suma de todos esos mantenimientos sería de 818,03 euros. No hace falta ser un genio en matemáticas para darse cuenta de qué coche saldría más rentable. De todas formas, estos cálculos parten de la base de que Audatex lo ha considerado todo, lo que no puedo asegurar por mi cuenta.
Los primeros 120.000 kilómetros con estos coches
Supongamos que hacen todos 30.000 kilómetros al año, así que hablamos de un plazo de cuatro años. El Toyota habrá que llevarlo al taller dos veces al año, pero hemos visto que aunque vaya más veces, en realidad es el que menos paga (siempre hablando de datos de Audatex). También es el que menos dinero se deja en combustible.
Cierto es que dos contendientes tienen más potencia que los demás, pero es lo más equivalente que hay considerando precios y promociones. No he hecho ajustes de equipamiento, y habría que hacerlos. Tampoco se está considerando ninguna avería, ni cambios de neumáticos, ni seguro, porque eso depende mucho de cada uno.
En el caso del Toyota, contaría con una bonificación del 75% del IVTM, luego en vez de pagar 560 euros, simplemente serían 140 euros. El Mégane pagaría 260 euros por su menor cilindrada y los Focus y C4 pagarían 560 euros. Pero está claro que el Mégane tiene un coste de mantenimiento más elevado.
Metiendo todos los datos en la hoja de cálculo nos salen diferencias, pero no tan gordas como puede parecer _a priori_. Los dos franceses prácticamente han empatado. El Mégane pierde en mantenimiento pero gana en consumo y menor carga fiscal al usar un motor más pequeño.
El Ford Focus, a pesar de tener el motor que más combustible se ha tragado, y ser el más potente, ha costado 1.216,80 euros más que el Auris híbrido. A los franceses les saca una ventaja de casi 400 euros. Sin duda el Focus es una compra muy buena, números en mano.
Ahora bien, el híbrido es el que menos coste total ha supuesto, incluso sin tener la bonificación del IVTM a su favor, y usando un combustible más caro. Incluso tomando la gasolina a 1,50 euros/litro, 10 céntimos más, sigue ahorrando 911,40 frente al Focus, 1.329,19 respecto al C4 y 1.347,62 frente al Mégane.
Otras consideraciones de costes
Si hiciésemos el estudio a más largo plazo, saldrían más cosas a buen seguro. Creo que 120.000 km son muy orientativos, pero puede calcularlo quien quiera. Naturalmente puede comprobar el que lo desee si me he inventado las cifras entrando a las fuentes mencionadas, porque falseando esto no gano nada.
El híbrido no tiene diversas piezas que sus competidores Diesel sí tienen, por lo tanto, existe una probabilidad de fallo más alta. Estadística pura. El híbrido no tiene DPF, ni tendrá problemas de EGR, ni hay turbocompresor, ni tiene correas, y el sistema híbrido no tiene mantenimiento. Como un gasolina normal.
Los datos de consumo son el promedio de cientos de conductores. Con una conducción más agresiva el híbrido penalizaría menos al bolsillo de su dueño, al tener más rendimiento termodinámico. Por ejemplo, para un comercial que en autopista despejada no baje de 150 km/h.
Si hablamos de una conducción muy económica, el híbrido también tiene las de ganar, ya que es capaz de los menores consumos potenciales. En zona urbana puede llegar a circular el 50-60% del tiempo con el motor apagado. Sus rivales Diesel solo apagarán el motor parados, por el Stop&Start.
Todas las versiones Diesel comentadas son de cambio manual. No hay opción de cambio automático para el C4, pero el Mégane y el Focus pueden tener un cambio de doble embrague (EDC con 110 CV o Powershift, respectivamente). Metiendo el cambio automático en los cálculos más ventaja aún para el híbrido.
Sobre la duración de los neumáticos, los Diesel son más pesados en el eje delantero, especialmente los 2.0, pueden gastar antes los neumáticos por eso y por el mayor par máximo de sus mecánicas. En el híbrido y el Mégane 1.6 la duración esperada debería ser más alta, a igualdad de conducción.
Las diferencias en equipamiento son un poco más subjetivas, ya que no todos le damos la misma importancia a este capítulo. He preferido no meterme ahí, solo tomar versiones equivalentes por precio. Elegir versiones más económicas de Mégane, Focus y C4, con 110-115 CV, habría lijado la diferencia con el Auris un poco.
Ojo, la versión básica del Auris híbrido (_Active_) cuesta poco más de 20.000 euros, tampoco habría mucha diferencia. Los consumos de combustible de los Diesel de menor potencia no serían tan distintos, máximo 1 litro de diferencia y siendo generoso.
Entre los cuatro modelos analizados, el Focus parece la compra más redonda, sin considerar equipamiento, porque también es el que más corre. Si eso último no es tan importante, el Auris parece lo más racional. El C4 es el más equipado de todos por cantidades similares de dinero.
Empecemos el debate, seguro que hay opiniones para todos los gustos.
Fuente | Audatex (vía iMantenimientos), Spritmonitor.de