Si hace unos meses os hablábamos de la apuesta de Opel por el GLP en su versión adaptada de fábrica de Opel Corsa 1.2 GLP, ahora ponemos de relieve el esfuerzo del fabricante alemán por dar a conocer su gama de vehículos a Gas Licuado del Petróleo, con 8 modelos con funcionamiento a base de este combustible.
Opel quiere así optar por el gas licuado del petróleo, GLP o autogás para ofrecer a los conductores una opción de combustible que viene determinada por dos factores fundamentales: su balance de emisiones más reducido; y el precio más ventajoso de este combustible (0,77 euros por litro) comparado con gasolina y gasóleo, ya que la imposición fiscal que soporta es mucho menor.
Esta oferta se centra en el mencionado Opel Corsa 1.2 de 83 CV de 3 y 5 puertas, Meriva, Astra en sus versiones 5 puertas y Sports Tourer, Zafira Tourer, todos estos con motor 1.4 Turbo de 120 CV, y para finalizar, el Insignia Sedán y Sports Tourer, con motor 1.4 Turbo de 140 CV. (Son cinco modelos con diferentes carrocerías que hacen los ocho en total).
Las versiones GLP de Opel poseen específicamente un interruptor Gasolina / GLP integrado en el salpicadero. Cuando lo accionamos, y se activa la conducción en modo GLP, un diodo nos lo indica. También se añaden dos adaptadores especiales a la hora de repostar el combustible (para diferentes surtidores). Como es el caso de otro modelos, el depósito de GLP se encuentra situado en el espacio para la rueda de repuesto (Opel añade un kit de reparación de pinchazos para paliar esto).
Como decimos, el sistema GLP viene incorporado desde la propia fábrica, esto resulta toda una ventaja a nivel general, ya que podemos ahorrarnos la instalación en el vehículo, y las garantías y asistencia de Opel están incorporadas.
Desde Opel se ha intentado equiparar el precio de los modelos con sistema GLP al que tienen sus vehículos gasolina o diésel en conjunto con el descuento del Plan PIVE2 en el impuesto de matriculación, de 2.000 y 3.000 euros, este último en caso de tratarse de familia numerosa.
El fabricante asegura que el menor precio del GLP permite amortizar esa inversión en la elección de la versión GLP en un corto período de tiempo. Además, también se reducen costes en el mantenimiento, ya que la longevidad del motor aumenta y se producen menos averías dado que el desgaste es menor. La mayor autonomía (superando los 1.400 kilómetros teóricos combinando Gasolina y GLP) que confiere a sus vehículos es también un aspecto a favor.
Quizá el punto menos ventajoso venga a la hora de encontrar una estación de servicio que sirva GLP. Sin embargo, hay que mencionar que cada vez existen más puntos en España donde se puede repostar autogás, ya son más 200 gasolineras, y esta cifra intuimos que seguirá en aumento, y que superará con creces los 400 puntos de abastecimiento para 2015. Además, la oferta en la mayoría de grandes ciudades está asegurada.
A la hora de hacernos con un modelo con sistema GLP, la prioridad fundamental, como hemos señalado, suele ser la económica, es decir, el menor precio del combustibles (el litro de autogás nos sale aproximadamente a la mitad de precio que el litro de gasolina, unos 0,77 euros/litro). Sin embargo, no podemos dejar de lado la cuestión medioambiental, por los diversos beneficios que en este asunto proporciona el consumo del combustible.
Los vehículos que se mueven por GLP contribuyen a reducir la emisión de CO₂ un 15% si lo comparamos con los de gasolina. Con respecto al gasóleo, la combustión del GLP no emite casi partículas, es más silenciosa y reduce hasta en un 80% las emisiones de NOx con respecto al Diésel.
En Motorpasión Futuro | Conduciendo un coche a GLP en España (parte 1), Conduciendo un coche a GLP en España (parte 2)