Aún no somos conscientes de las ventajas que ofrece el auge de las impresoras 3D, un invento que ya tiene más de 20 años a sus espaldas pero que ahora empieza a plantearse como una alternativa viable para industrias como la del automóvil.
Con este nuevo vídeo Ford viene a demostrar las bondades del sistema, capaz de ofrecer nuevas piezas de diseño en cuatro días por un puñado de dólares, rompiendo así los meses de espera y los costes de hasta medio millón de dólares que presentaban en el pasado.
Con ello se deriva a un aumento de la creatividad, que ya no es tan cara como antes, pero también en mejoras que permiten controlar la reducción de peso antes incluso de tener las piezas sobre la mano y, por supuesto, costes de desarrollo más accesibles que, esperamos, se acaben traduciendo en los precios de los vehículos.
Muchos se han referido a esta tecnología como la implantación de una tercera revolución industrial. Aunque aún es pronto para determinarlo, lo que sí sabemos es que la fabricación continúa por vías digitales, la velocidad de estas tecnologías sigue aumentando y la variedad de materiales no para de crecer, lo que nos lleva a pensar que la impresión 3D presenta una gran oportunidad para el mercado de la fabricación.
De entre los logros que ha presentado esta tecnología para los ingenieros de Ford se encuentran piezas elaboradas con impresoras 3D, que usan la arena para la construcción, como la cobertura del motor del Mustang, múltiples piezas de transmisión para los modelos híbridos del C-Max y el Fusion o incluso los motores EcoBoost de este último.
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