Muchos estaréis ya familiarizados con el sistema de sistema de comercio de derechos de emisión en Estados Unidos. Se trata de una normativa que se puso en marcha a finales del siglo pasado y que exige a los fabricantes a vender una cuota mínima de modelos alternativos. En caso de cumplir el requisito, las compañías pueden comprar una determinada cuota a otros fabricantes que han superado los límites.
En ese aspecto, Toyota, Tesla Motors o Nissan se han venido beneficiando y mucho de este sistema, mientras que los fabricantes más "ineficientes" deben pagar. Tal vuelve a ser el caso del grupo Fiat Chrysler. Este, según la agencia de protección medioambiental (EPA) de EEUU, es el fabricante que más va a gastar en la compra de créditos, al ser los más retrasados.
El informe de la EPA no desvela la cantidad exacta que deberá afrontar FCA. Lo que sí se resalta en el mismo es la última posición de la compañía pese a haber reducido el consumo medio en EEUU unos 0,5 l/100 km en 2015, hasta rondar los 10,7 l/100 km. Al grupo Fiat Chrysler le sigue Daimler como compañías que deberán asumir una mayor inversión para cubrir con los requisitos de emisiones del país.
Este sistema parece haber funcionado beneficiando a la movilidad eléctrica en algunos estados como California. Hay quienes incluso ven injusto el sistema para los coches alternativos, argumentando de que se trata de una solución de pago sencilla para aquellos fabricantes que no invierten en desarrollos más ecológicos.
En el otro extremo están las críticas a Tesla Motors. La compañía recibió 76 millones de dólares por la venta de créditos en 2013. Las acusaciones a Tesla se centran en su estación de cambio de baterías, ya desestimada, cuyo proyecto le había beneficiado recibiendo mucho más dinero por venta de créditos del que en teoría se merecería.
Vía | Autoblog Green
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