Las decisiones políticas que entrañan castigar con impuestos a los combustibles no son muy populares. Sirvan como ejemplo aquellas zonas en las que se está penalizando o se pretende penalizar al diésel sumándole más impuestos. En ese sentido, el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, ha anunciado una nueva medida a nivel nacional que atañe de primera mano a la movilidad alternativa.
A tenor de la tendencia decreciente de precio del barril de crudo, ha propuesto sumarle 10 dólares extras en impuestos, que deberán pagar las compañías petrolíferas de forma directa, y que afectará al precio final de los combustibles. Lo novedoso es que esa recaudación se destinará a fomentar la infraestructura, el transporte público y la inversión en tecnologías no contaminantes.
Uno de los objetivos es atacar al 30% de las emisiones contaminantes que provienen del transporte, bajo un programa titulado "Sistema de Transportes Limpios para el siglo XXI". Sería un factor que debemos tener en cuenta ante el dilema de la bajada del precio del petróleo y su relación con las ventas de coches eléctricos.
Vía | Autoblog Green
Imagen | Images Money (CC)
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