No es la primera vez que hablamos de reconocimiento facial en vehículos, pero sí la primera que recuerdo en que una fina línea se traspasa y empieza a parecerme preocupante. Pero vayamos por partes, que pese al raro sabor de boca que me ha dejado la nueva tecnología de Ford, tiene un buen puñado de razones para ser aplaudida.
Dejando a un lado la función de control de estrés que presentaron hace un par de años, ahora llega el momento de conocer a Mobii, un sistema de cámaras que nos permitirá configurar el vehículo de forma automática gracias al reconocimiento facial y gestual.
Para entendernos, si entramos en el vehículo nosotros la cámara captará nuestra imagen y colocará elementos como el asiento, la temperatura del vehículo o la posición de los espejos a nuestro gusto. Lo mismo si ocurre con otro de los conductores aceptados por el sistema.
Además de eso nos permitirá controlar el acceso al teléfono o el control de las ventanillas mediante gestos, y también parece una gran idea para el control de los cacos, que no tendrán acceso al vehículo si no pasan el reconocimiento.
Y entonces llegamos al punto que comentaba unas líneas más arriba. Imagina que le dejamos el coche a nuestro hijo y queremos controlar qué está haciendo, pues además de marcar límites de tiempo de conducción, establecer rutas permitidas o incluso apagar el vehículo, también podremos monitorizar lo que esté captando la cámara desde nuestro teléfono.
Siempre esta la posibilidad de omitir esa funcionalidad y aprovecharnos de todo lo bueno que ofrece, pero tampoco me importaría ver cómo ese sistema queda anulado si uno de los conductores aceptados por el propietario está al volante.
Vía | Gas2
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