Hace unas semanas lanzábamos el interrogante de si la venta de bicicletas eléctricas estaba influenciando a las de coches. Si bien son sectores que no tienen por qué influenciarse de forma directa, tienen un nexo común por el que luchar: la movilidad urbana.
Con respecto a esto, hay que señalar que en 2012 en España las ventas de bicicletas fueron superiores a las de coches. Mientras que la suma total de bicicletas alcanzaba las 780.000 unidades, las de coches no alcanzaban por poco las 700.000, suponiendo una caída del 13,4% ciento en el sector.
Contrastan la gran línea ascendente del sector del ciclismo, con la caída de los coches, que las ayudas públicas trata de moderar. El umbral de influencia directa entre ambos es para aquellos que pueden permitirse sustituir el coche por la bicicleta para, por ejemplo, transitar hasta su lugar de trabajo.
El primer motivo que ampara a la bicicleta en este boom es su coste inicial, más asequible para muchos en estos tiempos como alternativa de movilidad; su consumo nulo (kilocalórico en todo caso) para la bicicleta convencional o escaso para la bicicleta eléctrica; y sí, también está el hecho de que hagamos ejercicio, y que el impacto medioambiental sea más que positivo, pero a efectos prácticos, son causas más bien decorativas.
Porque si buscamos lo pragmático, y seguimos sumando, en muchos casos se ha demostrado que, dependiendo del itinerario, es un medio de transporte mucho más rápido en distancias urbanas, y si lo comparamos con un coche eléctrico, la ansiedad por la autonomía es más bien inexistente, porque tenemos claro su concepto, jamás vamos a adquirir una bicicleta para realizar desplazamientos fuera de la urbe.
Del mismo modo, es justo apuntar que este auge del ciclismo no sólo se debe a su idoneidad urbana, sino también al fomento de sus prácticas más deportiva.
Estos motivos se han venido escuchando, y reverberando en la escena pública. Sin embargo, no habría que dejar de añadir algunos otros que, igualmente importantes, explican las ventas más elevadas de bicicletas: como por ejemplo, las propias bicicletas.
En el último decenio los modelos urbanos de bicicleta se han diversificado y aumentado en calidad. Otros medios de transporte tienen mucho menos margen de mejora en ese aspecto. Esto ha coincidido con el desarrollo de la bicicleta eléctrica, relativamente joven.
Paulatinamente, el influjo europeo desde países donde el uso de la bicicleta es más común se ha hecho notar, en forma de, por ejemplo, dotación de infraestructuras urbanas como ciclo-carriles, o aparcamientos para bicicletas. Otro tipo de servicios, como las plataformas de bicicleta compartida, bicicleta pública o alquiler, se han beneficiado de esto, haciéndose más presentes y dejando entrever una oportunidad de negocio.
De hecho, se estima que de aquí a 2020 la industria de la bicicleta española genere unos 60.000 puestos de trabajo. En el fondo, y respondiendo a la pregunta inicial, no se trata tanto de que la bicicleta esté desplazando al coches, sino más bien que es un sector que cuenta con más margen de crecimiento en la actualidad.
Vía | Expansión y Bike Europe En Motorpasión | En Italia se vendieron más bicicletas que coches en 2011 En Motorpasión Futuro | ¿Cuál es el coste comparativo de la bicicleta y del coche para la sociedad?, Las ventas de bicicletas eléctricas gozan de buena salud en Europa