A la espera de que se confirmen las cifra de ventas del último mes para observar las cifras absolutas de ventas del pasado año, podemos decir 2014 ha sido el mejor año de la historia para la movilidad eléctrica. Ahora bien, el auge de los coches eléctricos, o más bien, enchufables, se ha localizado en puntos del globo en concreto, y todavía de forma tímida. Es muy pronto para que podamos hablar de ruptura o de nuevo panorama.
Lo que sí hemos podido comprobar es que muchos fabricantes han pasado de dudar a invertir dinero en encontrar una tecnología más madura (hablábamos precisamente de Audi hace días). Las motorizaciones eléctricas ya no son una línea de investigación marginal, y en ese sentido, encontramos fabricantes más optimistas (por la cuenta que les trae) como BMW, donde dicen que esa revolución eléctrica está más cerca de lo que imaginamos. Con todo, no podemos obviar que el éxito relativo, y lo que esté por llegar, bien está dependiendo de un factor más ajeno a la industria: las ayudas.
Al igual que hablamos de crecimiento para la movilidad eléctrica, podemos decir que estamos en el punto histórico donde más bonificado está adquirir un coche enchufable a nivel global. La realidad, lógicamente, otorga un panorama diferente dependiendo de dónde nos encontremos. De la ayuda pública o la bonificación fiscal que tan bien ha venido funcionado en algunos puntos de Europa, asistimos a la llegada de nuevas fórmulas, que indirecta o muy directamente benefician al coche eléctrico.
Otras vías para estimular la movilidad eléctrica
Tal es el caso de Francia, que va a primar con 10.000 euros a quien entregue su coche diésel para comprar un eléctrico. No podemos decir que gastar dinero de las arcas públicas para modificar la situación no sea una práctica más bien generalizada y con formas de ejecución con las que podemos estar más o menos de acuerdo.
Y de aquí la novedad del día, porque nos hemos encontrado hoy con que dos de los mercados eléctricos más relevantes van a aumentar todavía más sus ayudas públicas, con un objetivo común, reducir la contaminación de sus ciudades.
Por una parte está Reino Unido, que ha aprobado recientemente un nuevo presupuesto para regiones y ayuntamiento de 35 millones de libras (unos 45 millones de euros al cambio). No obstante, se ha pedido a los mismos que no "regalen" ese dinero de la forma más clásica que conocemos, sino que busquen nuevas fórmulas, como la del caso francés, para estimular que los particulares olviden las desventajas de los enchufables y adquieran uno.
En China ciertamente deben de estar desesperados, o esa es la impresión que han venido dando. Ya os hemos contado la gran cantidad de medidas que en los últimos dos años han venido aplicando para parar sus problemas de contaminación y potenciar la movilidad eléctrica. En 2015 seguiremos hablando de ello.
El cambio en los chinos estriba es que quieren dotar de más confianza a los conductores, y van a extender los programas de ayudas hasta el año 2020. Es decir, la ayuda mínima de 7.300 euros por vehículo se va a mantener. Parece que la argumentación del ahorro sanitario problema de salud de los habitantes de la ciudades cobra cada día más sentido, junto a un incómodo aroma a combustible que muchos creen que es más pernicioso de lo que podríamos haber dicho intuido (porque decir, la verdad es que todavía se dice poco, lo único que está claro es que se está invirtiendo mucho dinero para paliar esta situación).
Veremos si estos estímulos terminan por adelantar la ruptura que anuncian desde BMW, y si contagia a más fabricantes para hacer evolucionar una tecnología que atrae todavía muchas dudas. 2015 promete ser un año no poco importante para este asunto.
Vía | Clean Tecnnica
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