Elon Musk ha viajado a Austin, capital de Tejas, hasta ahí todo normal. Lo sorprendente del asunto es que lo ha hecho con un Tesla Model X, un coche que ni siquiera se ha presentado al público todavía. El fundador de Tesla aparcó su coche en frente del capitolio estatal (la sede del gobierno tejano) y le sacó una foto.
Se ve como el Tesla Model X de la imagen es aún un prototipo, pero que su desarrollo está muy avanzado ya. De hecho el coche debería de llegar al mercado para finales de este año. Elon Musk ha ido a Austin junto con más de 100 conductores de un Tesla para protestar contra la ley que impide al fabricante californiano abrir sus tiendas para vender directamente los coches a los usuarios finales.
En Estados Unidos Tesla se ha encontrado con este problema en varios estados. Algunos han cedido a las peticiones de la marca californiana y otros no. Este es un debate interesante. Algunos dicen que los distribuidores y los talleres de las marcas son necesarios para ofrecer un servicio de calidad a los compradores de sus coches.
Otros como Tesla opinan que estos intermediarios son innecesarios, Que sólo encarecerían el precio de sus coches y que prefieren tener toda la cadena de distribución controlada bajo su mando. Hay quien dice incluso que ciertos lobbys están presionando a los gobiernos para prohibir el modelo de Tesla ya que pondría en peligro un sector tan importante como es el de los concesionarios de automóviles en Estados Unidos.
La polémica está servida y aunque hoy en día Tesla lo está teniendo un poco difícil con estos temas burocráticos es de suponer que al final la cordura se impondrá en la "tierra de las libertades" y les dejarán vender directamente al consumidor final, y es que, aunque le pese a muchos; un coche eléctrico no es como uno convencional y la idea que tenemos hasta ahora de los talleres podría cambiar bastante en el futuro por culpa de estos.
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