Cuando hace poco os hablábamos de Elon Musk y su particular historia hasta llegar hasta la comandancia de Tesla Motors como cofundador y director ejecutivo (CEO), tengo que reconocer que inevitablemente mi mente me llevó a compararlo con aquellos fantasiosos que a finales del siglo XIX se encargaron de impulsar las tecnologías que hoy gobiernan nuestras vidas.
De ahí el adjetivo visionario, que os invito a repasar en su primera acepción de la RAE (adj. Dicho de una persona: Que, por su fantasía exaltada, se figura y cree con facilidad cosas quiméricas). Pues bien, Elon Musk, como si se creyera un personaje de una novela de Julio Verne, se ha auto-planteado el siguiente reto a modo de excursión: conducir de Los Ángeles a Nueva York en un Tesla Model S para demostrar su autonomía.
La argucia de Musk no es ninguna novedad, y este viaje de costa a costa no es más que una gran campaña de publicidad para rebajar la ansiedad por la autonomía, principal punto débil del vehículo eléctrico. El CEO de Tesla Motors, en un intento por meterse en la piel de consumidor, quiere ejemplificar que en uno de sus modelos es posible, no un simple viaje largo, sino el viaje. Y lo califico así por lo que significa ir de costa a costa en Estados Unidos.
Ahora bien, Musk no se ha marcado a día de hoy un límite de tiempo. De momento, su viaje, calificado de personal, va más hacia el reto de la distancia, en un intento por probar que un Tesla puede cubrir recorridos superiores a 335 y 426 kilómetros, como cifras oficiales de sus vehículos.
Y como segundo punto y más importante, se ha marcado mostrar los puntos de recarga que va encontrar disponibles por el camino. A día de hoy, existen menos de 30 puntos de recarga rápida en la red exclusiva para modelos Tesla, que permitirían a Musk recargar la batería en una hora.
Pero insisto, aquí nadie ha hablado de tiempos, sólo de cubrir distancias, y en ese aspecto, la red de recarga de Tesla se plantea para dentro de dos años una macro-expansión de centenares de puntos de recarga ultra-rápida en todo el país, donde además la recarga será gratis para los clientes de Tesla. Si hablábamos de los motivos para invertir en la red de recarga, Tesla Motors va por libre, se arriesga a una gran inversión por su propio producto: si me compráis un coche, podéis venir a jugar a mi casa, que yo asumo el riesgo de poner el Scalextric.
En teoría, esta intentona de Elon Musk llega en el momento preciso en que se puede garantizar unas recargas más eficaces, al contrario que dos de los anteriores viajes costa a costa de un modelo Tesla, en los que no fue posible alcanzar las velocidades de carga del actual plan de Musk. Y ya que hablamos de repercusión, mejor hacerlo uno mismo, pensará Musk, después de alguna que otra mala experiencia periodística con este tipo de viajes. El show tendrá lugar a finales de año, y como decimos, es el particular intento del visionario por personalizar y dar valor humano a su producto.
Vía | Green Car Reports Foto | Flickr En Motorpasión Futuro | Elon Musk es uno de los 100 hombres más influyentes en la actualidad según Time