Mientras todos estamos pensando en los múltiples beneficios que podrían tener los coches autónomos algunos piensan en los inconvenientes que podría causar ese tipo de conducción. Entre ellos se encuentran los del servicio de inteligencia americano, los conocidos como FBI que a través de un informe han expresado sus temores.
Ese informe, no clasificado pero si restringido, ha sido obtenido por el diario The Guardian y en él se advierte de que los coches autónomos podrían ser utilizados por los criminales como “armas letales”, si bien es cierto que en él también se hace referencia a que podrían salvar muchas vidas por la seguridad que implicaría su sistema de conducción.
Una de las primeras advertencias que se hacen en el informe sobre el uso de los vehículos autónomos es que, al no ser necesaria la intervención ni la atención por parte del conductor, los criminales tendrían las dos manos libres a la vez que podrían moverse libremente dentro del coche pudiendo apartar la vista de la carretera, cosa hoy en día imposible, por lo que podrían disparar en caso de ser perseguidos.
Existe también el temor de que los delincuentes puedan anular los dispositivos de seguridad para saltarse semáforos y límites de velocidad evitando todos los obstáculos que encuentren a su paso, o incluso pudieran llegar más lejos y programar el coche para que conduzca solo repleto de explosivos hacia un lugar estratégico previamente seleccionado.
Pero los encargados en el FBI de elaborar este informe también han sido capaces de encontrar ventajas en el coche autónomo que facilitarían enormemente su trabajo, además de aquellas que tienen que ver con la seguridad y la eliminación de accidentes.
Puesto que los vehículos operarán guiados por software creen que será fácil, sin necesidad de intervención humana, el poder seguir a un vehículo manteniendo una distancia sin ser visto y sin el temor a perderlo. También están seguros que los accidentes que se derivan por acudir a operaciones de socorro o por distracciones al volante se reducirán drásticamente.
En los Estados Unidos mueren 80 personas de los servicios de emergencia al año mientras acuden al lugar del accidente, estos muertos posiblemente se evitarían con un sistema autónomo de conducción, mucho más seguro que un operador humano.
Los coches autónomos posiblemente crearán muchas dificultades a las fuerzas del orden con su conducción “evasiva” destinada a evitar accidentes. En los próximos años los distintos gobiernos deberán de aprobar o prohibir su uso público, lo que está claro es que antes de hacerlo deberán de tener en cuenta múltiples informes de muy distintas partes y valorarlos todos. No es tan sencillo como parece.
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