Tesla Motors ha encontrando una piedra en su camino hacia Oriente, relacionada con un aspecto en el que hasta ahora ha trabajado de forma impecable: el marketing. Resulta curioso como uno de los conceptos más antiguos, el de la imagen de marca (que oficialmente históricamente va ligado al inicio de la época capitalista, pero es mucho más antiguo), esté frenando a la compañía en su conquista del mercado asiático.
El problema para Tesla es el siguiente: un avispado ciudadano chino, Zhan Baosheng, registró en nombre de Tesla en 2009 para su empresa dedicada al transporte por tierra, aire y mar. Todo es negociable, y las ideas también se venden, ahora bien, la negociación parece estar todavía muy verde, ya que, mientras Tesla Motors está dispuesta a ofrecer 244.000 euros por su propio nombre en China, Baosheng exige que se le añadan dos ceros a esa cantidad, es decir, pide una cifra superior a los 24 millones de euros.
La jugada de la que está siendo víctima es un inversión improvisada comúnmente recurrida. A la compañía Apple le ocurrió lo mismo hace tres años en China.
Con todo, Tesla pretende poner la ley de su parte en el conflicto, acogiéndose a la cláusula que dicta que si la compañía china no hace uso de la imagen de marca en tres años la propiedad de la misma se cancelaría. Para esto, existe una presunta respuesta prevista por Baosheng para demostrar que sí está utilizando el nombre de Tesla en China en la producción de coches eléctricos.
A la imagen de marca se añade otro quebradero de cabeza para Tesla en China, el del dominio web, ya que teslamotors.com y tesla.com.cn ya habían sido registrados previamente (en nuestro país, tesla.es, pertenece a una empresa de motores navales que también se hace llamar Tesla Motors). El culpable primigenio de todo esto, de nombre Nikola, habría de tomarse esta lucha legal por su apellido como un reconocimiento tardío a su carrera.
Vía | Want China Times En Motorpasión Futuro | Tesla prepara su desembarco en Europa este verano