El Chevrolet de hidrógeno de Jack Nicholson

Hace unas semanas, dentro de una serie de artículos sobre los vehículos eléctricos, que sirviera como introducción en el inicio de la andadura de esta vuestra nueva publicación, os hablé de los vehículos de hidrógeno, sobre todo para distinguir entre los motores de combustión interna que emplean hidrógeno como combustible, y los vehículos eléctricos de pila de combustible de hidrógeno.

Hoy en día el empleo del hidrógeno en automoción es muy minoritario, sobre todo porque no ha habido una apuesta clara por parte de la industria, y también, no lo ocultemos, porque es una tecnología cara: el kilo de hidrógeno en España cuesta 12 euros (100 km), y las pilas de combustible de hidrógeno son muy costosas y disparan el precio de los coches eléctricos (ya de por sí caros).

Sin embargo, que ahora se investigue y se trabaje en vehículos movidos por hidrógeno, no es algo realmente nuevo. En 1978 el actor norteamericano (neoyorquino para mayor precisión) Jack Nicholson, con 41 años y ya bastante éxito por películas como Easy Rider, Chinatown, Tommy o Alguien Voló Sobre el Nido del Cuco, conducía un exclusivo Chevrolet Impala impulsado por hidrógeno (como el de la foto).

Y además lo presentó en sociedad, con gran repercusión en prensa y televisión, pletórico y orgulloso. Como muestra de ello al final tenéis el vídeo de la cadena de televisión CBC (Canadian Broadcasting Corporation, la televisión pública de Canadá) del reportaje que hizo en su día.

Ácido como pocos, en esa presentación Nicholson dejó algunas perlas como: "Si no pasa nada, esto revolucionará el suicidio en el garaje con coche. En vez de envenenarte por CO, sólo tomarás un baño de vapor".

Jack Nicholson, bastante concienciado con los problemas de contaminación atmosférica de las ciudades (problema que todavía no hemos sido capaces de solucionar 33 años después) se puso en contacto con un ingeniero para que adaptara su Chevrolet con motor de gasolina (con carburador, por cierto) para que funcionara con hidrógeno.

En el maletero iban colocadas las cuatro bombonas que acumulaban el hidrógeno comprimido, que llegaba al motor y se quemaba en lugar de la gasolina, siendo el "humo" que salía del tubo de escape simplemente vapor de agua. Se podía considerar su "Chevy" Impala un vehículo de casi casi casi cero emisiones, ¡en 1978!

Y otra gran cosa de este proyecto personal de Nicholson por un automóvil no contaminante, es que el hidrógeno para gastar en su coche lo obtenía de manera limpia: mediante electrólisis del agua, empleando la energía eléctrica generada por una instalación de paneles solares fotovoltaicos que se había montado en su casa.

Está claro que querer es poder (sobre todo si además se tiene dinero).

Vía | Motor Full Más información | Chevrolet | Chevrolet Impala desde 1956 (wikipedia) Foto | UsedCarPost Vídeo | YouTube (CBC TV) En Motorpasión | Alguien condujo sobre el nido del Chevy En Motorpasión Futuro | Vehículos eléctricos de pila de combustible de hidrógeno

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