Es 29 de marzo y oficialmente, desde hace algunos días, ya estamos en primavera. Es por tanto el momento adecuado para que os cuente los resultados obtenidos en la prueba de larga duración de invierno que le hemos venido haciendo a las ECO-FLAPS desde que comenzaron las bajas temperaturas allá por el mes de Diciembre.
Para los que no hayáis leído los post previos referentes a este artilugio, les podéis echar un ojo aquí y aquí. A modo de breve resumen, os contaré que las ECO-FLAPS son un dispositivo que se instala en los vehículos con el fin de reducir el consumo de combustible de estos. En un principio está orientado para híbridos, aunque su principio de actuación también es válido para vehículos convencionales.
Nosotros no nos queríamos perder si este artilugio funcionaba de verdad o era solo otro de esos cuentos chinos y por ello contactamos con el fabricante para que nos cediese una unidad de pruebas con la intención de comprobar por nosotros mismos si en realidad era tan bueno como se prometía.
Bueno, en resumidas cuentas la toma de datos comenzó un 5 de diciembre. Las pruebas se han realizado en un Toyota Prius 3G 1.8 HSD Advanced de 136 caballos que conduce un servidor casi a diario. Este coche homologa sobre el papel 4 litros de consumo de gasolina cada 100 Kilómetros.
La metodología de la toma de datos ha sido sencilla. El equipo de pruebas trae un conmutador eléctrico que me permitía permutar entre una posición abierta, en la cual las ECO-FLAPS no actúan, quedando el radiador del coche expuesto a la corriente del viento, y otra posición automática en la cual el equipo abre o cierra la parrilla en función de la temperatura del motor.
Por consiguiente, desde el 5 de diciembre hasta hace escasos días el método para comparar la eficacia del sistema ha sido circular una semana con las ECO-FLAPS activadas, tomar los datos de consumo ofrecidos por el ordenador de abordo, desactivar el sistema y circular otra semana para apuntar los datos al final de esta. Y así se ha repetido el ciclo cada 15 días.
Además he intentado modelar otras variables de los recorridos rutinarios que pueden afectar directamente al consumo del vehículo durante un trayecto como pueden ser la cantidad de tráfico, las circunstancias del recorrido (urbano-extraurbano), temperatura exterior, utilización de la calefacción etc.
Por último, en esta prueba he dispuesto de un juguete que no tenía antes. Se trata de un lector de códigos OBDII mediante el cual también he podido visualizar de una forma más cualitativa otros parámetros referentes al funcionamiento del coche como son la temperatura del refrigerante o las revoluciones a las que gira el motor (el coche no trae tacómetro en la instrumentación).
A última hora, los datos en los que he reparado para sacar conclusiones han sido los valores del consumo medio cada 100 kilómetros condicionados a si estaba o no activado el equipo. El resto de valores referentes a las demás variables de circulación etc, los he recogido con un fin más cualitativo sin entrar a valorarlos detalladamente ya que tampoco soy un genio estadista.
Entonces ¿Se nota algo?
Bueno, toda esa parrafada anterior está bien para ver como se han hecho las cosas y sacado las conclusiones, pero ahora vamos a lo que importa: ¿Si ponemos unas ECO-FLAPS en nuestro coche qué aspectos cambian en este? Pues yo sobre todo he notado 5 fenómenos diferentes entre cuando llevaba el equipo encendido y apagado.
Primero y gracias al lector de códigos OBDII he podido “monitorizar” en todo momento la temperatura del refrigerante del motor del coche grado a grado. Aquí se veía un efecto muy notorio y es que cuando llevas las ECO-FLAPS conectadas este numero apenas varia. Iba subiendo desde que arrancas el coche en frio hasta clavarse en unos 90ºC de los que apenas varía, y si lo hace es levemente grado arriba grado abajo.
Esto se corresponde con uno de los principios de funcionamiento de las ECO-FLAPS que consiste en eliminar las oscilaciones térmicas del motor (cambios bruscos de temperatura) que degradan su rendimiento y empeoran su eficiencia. Por lo tanto, parece que las cosas cuadran.
Mediante el OBDII también he apreciado que cuando el coche lleva el sistema activado, las revoluciones a las que tiene que girar el motor térmico para mantener la marcha son sensiblemente inferiores. Por ejemplo, a 120 Km/h sin el equipo el motor ha de girar a unas 2200 RPMs para mantener la velocidad en llano. Esta cifra se ve reducida en unas 50 o 100 RPMs aproximadamente con el aparato funcionando. Y como todos sabemos, menos revoluciones implican menos consumo.
Con el invierno, una de las cosas que me interesaba comprobar especialmente con esta prueba era el funcionamiento de la climatización que es uno de los aspectos que más le he criticado a este coche. He de reconocer que con las ECO-FLPAS su funcionamiento también es sensiblemente mejor.
En concreto con el sistema activado, la calefacción entrega más calor, lo entrega antes y además el motor se apaga en circunstancias en las que sin llevar las ECO-FLAPS activadas, este permanecía encendido. Estas pruebas las he realizado siempre con una temperatura de 19 ºC en el climatizador y el modo ECO activado.
Y ahora viene lo importante: El consumo. Los aspectos mencionados arriba; menores RPMs de funcionamiento, motor apagado en un mayor número de circunstancias etc… se traducen en un menor gasto energético, en un menor gasto de combustible.
En concreto, las semanas que tocaba llevar el aparato conectado, al final del periodo la pantallita del coche siempre arrojaba en torno a medio litro menos de consumo cada 100 Km que las semanas que tocaba llevarlo apagado. Este resultado supone el promedio semanal, pero en ocasiones el consumo puede reducirse en mayor medida.
Conclusiones
Pues está claro. A la vista de lo expuesto arriba me parece que las ECO-FLAPS son un aparato totalmente recomendable si tienes un híbrido. Estamos hablando de aproximadamente medio litro menos de consumo. Pero no es solo eso. Es un mayor agrado de marcha porque la calefacción funciona mejor y porque el motor se detiene en más circunstancias de uso. Hace que el coche sea un poco más híbrido.
Resulta muy interesante que se haya desarrollado un producto para optimizar el consumo de los vehículos, como ya están haciendo otros fabricantes, más aún si es un producto que puede instalarse en un vehículo de una manera sencilla, si el usuario valora las mejoras que ofrece, sin encarecer la compra del vehículo nuevo.
La única razón que encuentro para que los coches no vengan con nada parecido instalado de fábrica es que la mejora “sólo” es palpable en condiciones reales de uso. En las condiciones artificiales en las que se miden los consumos homologados de los coches no aparecen efectos de este tipo como las oscilaciones térmicas ya que son circunstancias idílicas de funcionamiento.
Por último he de decir que las ECO-FLAPS han sido desarrolladas y ahora se comercializan por los chicos de rescatando energía. En su página web hay mucha información sobre el proyecto y sobre el aparato. Se la recomiendo a cualquier persona a la que esta serie de artículos en Motorpasión Futuro, haya suscitado su interés.
El aparato tiene un precio de venta de 590 euros. Analizándolo en frío no es un precio para nada descabellado ya que las ECO-FLAPS se componen de materiales duraderos y de calidad, además de componentes electrónicos de precisión, y todo ello con una elaboración casi artesanal. Podría ser más barato, pero es lo que hay. De lo que sí estoy seguro es que con el precio actual de la gasolina, este aparato se amortiza en no muchos kilómetros.
Imágenes | 1 Hugo Pujszo.
Más información | Rescatando Energía
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