Con la vista siempre en el futuro, no en el presente, el fabricante germano ha anunciado que creará una pequeña red de 20 estaciones de servicio para vehículos impulsados por una pila de combustible, a lo largo de los tres próximos años y que estará alimentadas por hidrógeno generado exclusivamente gracias a fuentes de energía renovables.
La iniciativa contará con la colaboración de la empresa tecnológica Grup Linde, que supondrá la inversión de varias decenas de millones de euros que supondrá triplicar el número de hidrolineras en los próximos años a lo largo de las carreteras alemanas, principalmente en las áreas de Stuttgart, Berlin y Hamburgo. El objetivo es además aprovechar las infraestructuras existentes e instalar los puntos de repostaje en gasolineras que habitualmente se encuentran zonas especialmente seleccionadas por su estratégico emplazamiento, lo que además ayudará a la promoción de este tipo de vehículos entre la población.
Según las palabras del Dr. Wolfgang Reitzle, director ejecutivo de Linde AG "Conjuntamente con los coches eléctricos de batería, el hidrógeno se mostrará fundamental para el correcto despliegue de la electromovilidad. La pila de combustible supone un paso adelante ya que permite una circulación con cero emisiones con elevadas autonomías y reducidos tiempos de reportajes y no solamente para coches particulares si no también para vehículos comerciales"
No cabe duda de que en la teoría, el sistema de coches eléctricos a hidrógeno se muestra como una excelente opción que como dice el Dr. Reitzle, nos permite eliminar dos de los principales problemas de los eléctricos, su baja autonomía y su lenta recarga, pero aparte de estos dos elementos son varias las sombras que se extienden sobre este formato.
La primera es el elevado coste de la tecnología, que evidentemente debe bajar si aumenta la producción, pero también es destacable el alto coste y complejidad de la construcción de una infraestructura de hidrolineras y además volveremos a entrar en un sistema donde dependeremos de unas pocas empresas que distribuirán este "combustible" con las consecuencias que los monopolios tienen sobre los precios finales a los que debemos afrontar los consumidores, muchas veces alejados de los costes reales de producción.
Pero sin duda, el mayor de los problemas a los que se deberá enfrentar en los próximos años la pila de combustible, la encontramos en el bando de los eléctricos, con la imparable evolución de las baterías que según varios estudios estiman una bajada de precio de un 20% anual y un aumento de prestaciones exponencial que podría desembocar en una segunda generación con baterías con autonomías en torno a los 300 kilómetros ya para el año 2015. Además a esto sumamos la extensión de una red de puntos de recarga rápida que permitirá a los propietarios de un eléctrico recuperar el 80% de sus baterías en menos de 30 minutos, o el 60% en 15 minutos.
Fuente | Daimler En Motorpasión Futuro | Mercedes y la movilidad eléctrica | Mercedes-Benz ya ha completado la vuelta al mundo con sus modelos de hidrógeno