Hace unos días se celebró en San Antonio, Texas, la feria Plug-in 2012, un evento sobre coches eléctricos e híbridos enchufables, con espacio para exposición, conferencias y debates, en los Estados Unidos. Una de las charlas trató un tema muy recurrente: la autonomía de los coches eléctricos.
En particular un grupo de expertos sobre coches eléctricos, técnicos y periodistas, se plantearon cuántos kilómetros de autonomía serían suficientes para un coche 100% eléctrico. Y en este caso nos referimos a autonomía real, la que se obtiene de media en la práctica.
Matizo esto porque todavía hay cierta diferencia entre la autonomía que indican algunos sistemas de homologación, como el Europeo NEDC, y la realidad. Pongamos un par de ejemplos, el Nissan LEAF tiene una autonomía de homologación de 175 km, y el Renault Fluence Z.E. 185 km, pero luego en la práctica vienen a tener unos 125 a 135 km de autonomía.
Y eso es así, como ya sabéis muchos de vosotros, porque no todo el mundo conduce de manera ideal (con una conducción eficiente perfecta), se consume más a altas velocidades, en carretera y autopista, que en ciudad, y el aire acondicionado y la calefacción también consumen y restan autonomía.
Pues bien, la cifra “mágica” a la que llegaron estos expertos es de 200 km, reales (lo que vendrían a ser unos 250 o 260 km aproximadamente según homologación). Esto debería ser equivalente a unas dos horas de conducción a velocidades de carretera.
No se aventuran a apostar por autonomías mayores por el incremento que tendría el precio del coche. Viendo como están bajando los precios de las baterías de iones de litio, y tal como parece que seguirán bajando un poco más, sería muy razonable llegar a esas autonomías en un corto plazo sin tener que pagar precios más elevados por los coches.
Recarga rápida como complemento y ayuda
Apuntan también que debería complementarse esto con la posibilidad de recarga rápida. Así en una parada de 30 a 60 minutos se podrían recargar las baterías casi por completo. Con eso sería suficiente para que la gente apenas se preocupara por el miedo a quedarse sin carga (el range anxiety que dicen los angolosajones).
Esto haría muy viable y utilizable a un coche eléctrico, ya que en una tarde de viaje, conduciendo dos horas, parando unos 45 minutos o una hora a descansar (y por ejemplo a comer) y conduciendo otras dos horas, se podrían cubrir unos 350 o 400 km, una distancia muy razonable.
Hay que tener presente que aunque por ejemplo en Estados Unidos la autonomía actual de los coches eléctricos satisface el 95% de los desplazamientos que se realizan, apenas sirven para viajes un poco más largos y siguen frenando mucho a los consumidores a comprar uno.
No comentan nada acerca del sistema de cambio rápido de batería, el de tipo Quickdrop de Better Place, con el que si hubiera algunas estaciones de cambio de batería repartidas por las principales autovías, uno podría hacer algo muy similar a lo que hacemos hoy en día en una estación de servicio: entrar con el coche, parar unos cinco minutos y volver a salir.
En ese tiempo sería suficiente para que un sistema automatizado retirara la batería descargada y colocara otra igual completamente cargada, con la que poder seguir el viaje. La ventaja de este sistema sería una mayor rapidez que la recarga rápida, sin demandar puntualmente tanta potencia eléctrica a la red.
Claro que la desventaja es que requiere una inversión considerablemente más grande que instalar uno o dos puntos de recarga rápida. Creo que una combinación de los dos sistemas, recarga rápida y cambio de batería, podría ser muy interesante.
¿Vosotros qué pensáis? ¿estáis de acuerdo con estos expertos? ¿os vendría bien esa autonomía? ¿cuál creéis que sería la más razonable (y viable)?Vía | All Cars Electric
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