Las actuales baterías de iones de litio de los vehículos eléctricos ven alterado su funcionamiento dependiendo de la temperatura de trabajo a la que estén expuestas. Temperaturas ambiente muy altas y temperaturas ambiente muy bajas, afectan la capacidad de almacenamiento de las baterías (lo normal es que disminuya ligeramente la autonomía final).
Pero además esas mismas condiciones obligan al conductor a demandar más energía para hacer funcionar el aire acondicionado o bien la calefacción, lo que consume todavía más rápido la energía eléctrica almacenada en el paquete de baterías del vehículo eléctrico. Es decir, dos inconvenientes a la vez. ¿Pero cuánto es en verdad?
En la publicación anglo-norteamericana Green Car Reports, decidieron comprobar por ellos mismos cuál es la autonomía real que se puede obtener en uno de los coches eléctricos más vendidos hoy en día, el Nissan LEAF, una berlina de 4,44 m de longitud y 109 CV, en un día de invierno. De acuerdo con la homologación en ciclo europeo NEDC tiene una autonomía de 175 km. Según la propia Nissan, un LEAF puede tener una autonomía de entre 222 km, en la situación más favorable, y 100 km en la más desfavorable.
Dos grados centígrados, 130 km de distancia
La prueba se realizó por carreteras británicas, con un Nissan LEAF ya rodado, modelo europeo, adquirido en marzo de este año y con algo más de 18.500 km a sus espaldas. Partieron en mitad de la hora punta de un viernes por la tarde con las baterías cargadas al 98%. La temperatura ambiente en ese momento era de apenas 2 ºC.
Siendo hora punta se vieron atrapados en un atasco, con tráfico muy lento y paradas continuadas. Una hora después de salir pudieron entrar en la autovía donde ya no había tráfico. El destino del viaje de prueba estaba a unos 130 km del lugar de partida, así que por precaución optaron por no encender la calefacción del habitáculo.
Dentro del coche también hacía fresco, aunque soportable ya que iban bien abrigados. Solo encendieron la función de desempaño de los cristales cuando era estrictamente necesario. En cambio sí llevaron encendido el navegador GPS y la radio. Durante el viaje condujeron casi exclusivamente en modo Eco y en la autovía no sobrepasaron los 100 km/h (se movieron entre 90 y 100 km/h).
A unos pocos cientos de metros del destino el coche se para
La ruta planificada incluía un punto de recarga en un área de descanso de la autovía, por si acaso, a unos 24 km del destino. Cuando llegaron a su altura el indicador de nivel de carga de las baterías del Nissan LEAF conservaba aún dos barras, del total de 12 que tiene. El indicador de autonomía estimada decía que aún había para unos 31 km más. Deciden seguir adelante.
Cuando quedan algo más de nueve kilómetros para el destino, toman la salida de la autovía. El indicador de autonomía del coche informa de que la autonomía estimada es de solo ocho kilómetros. Empiezan los nervios. No han terminado de salir de la autovía y salta el primer aviso de batería baja. Conduciendo el coche con cuidado y tacto por las calles, no pasando de 50 km/h, salta el segundo aviso de batería baja.
Faltan solo unos pocos cientos de metros hasta el destino, en ese momento el coche se detiene, para tratar de predecir cuánta autonomía le queda hasta entrar en el modo “tortuga”, en el que seguiría circulando solo un poco más, pero a velocidad muy baja, para poder apartarse con seguridad de la circulación.
Por suerte el coche sigue adelante, y llegan al destino. Habían recorrido los 130 km desde que habían recargado el coche y no llegó a entrar en el modo “tortuga”. Cuando comprobaron en el sistema telemático Carwings el nivel de batería, el sistema indicada 0% de capacidad y estimaba tres kilómetros hasta quedarse completamente sin carga.
Llegaron justísimos, pero llegaron. Ya estaba helando en ese momento y hacía más frío. Lo habían comprobado, con una temperatura exterior muy baja de alrededor de los 0 ºC pudieron recorrer 130 km con un Nissan LEAF, eso sí, sin encender en ningún momento la calefacción y sin correr.
Han estimado que si hubieran encendido la calefacción del habitáculo. para tener una temperatura interior de unos 21 grados, les hubiera restado unos 40 km de autonomía, y hubiera sido imprescindible recargar a medio camino.
Así que la recomendación para curarse en salud y ser precavido, es que en invierno, usando la calefacción del habitáculo y circulando a las velocidades normales de la vía, no se esperen más de 80 km de autonomía con cada carga completa. A la hora de hacer un viaje es imprescindible por tanto planificar las paradas intermedias con puntos de recarga rápida.
Vía | Green Car Reports
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