Las autoridades de Corea del Sur están actualizando sus planes para potenciar la adopción del coche eléctrico, a la vez que se han comenzado a poner especial atención a las emisiones y los intentos de fraude a los controles por parte de algunos fabricantes.
Esta nueva política de mayor cautela se iniciaba después de que un directivo de Volkswagen fuera detenido tras el escándalo del dieselgate, y posteriormente la compañía era multada con 30 millones de euros en ese país. Pues bien, los coreanos han seguido investigando para encontrar más documentos falsificados en torno a diez modelos de Nissan, BMW y Porsche.
El motivo de esa falsificación era facilitar la venta en el país de estos vehículos según las normas coreanas para paliar las emisiones contaminantes. De este modo, los modelos afectados han sido retirados del mercado, y los fabricantes multados por los que ya se habían vendido con un cantidad que asciende a 5,5 millones de euros. Nissan y BMW ya han anunciado que trabajarán para volver a ganarse los permisos perdidos.
Casi a la vez, Corea del Sur ha decidido que cambiará la norma que estaba incordiando y mucho a fabricantes de coches eléctricos como Tesla Motors o BYD. Y es que la ayuda por comprar un vehículo eléctrico allí es bastante cuantiosa, de hasta 17.000 euros en algunos casos.
El problema es que para poder acceder a la misma es necesario que el vehículo en cuestión pueda recargarse en menos de 10 horas desde una toma de corriente convencional, algo que Tesla Model S, Tesla Model X o BYD e6 no cumplían. Con esto pretenden animar las escasas ventas de enchufables en el país. Además, ya hay un plan para potenciar la recarga rápida, que contempla la instalación de 2.000 puntos de carga en el país.
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