Por fin podemos decir que la era eléctrica ha comenzado oficialmente en nuestro país, por lo menos en lo que a los constructores tradicionales respecta y es que después de mucho tiempo en la sección de prototipos, ya podemos ver en el configurador de Citroën a su modelo eléctrico, el C-Zero.
El pequeño eléctrico fruto de la colaboración del grupo francés PSA con Mitsubishi parte desde los 34.870 euros,, impuestos incluidos, y las opciones disponibles son apenas un puñado ya que Citroën nos permite escoger la pintura metalizada, que partirá desde los 101,72 hasta 254,31 euros. Dentro del escaso equipamiento disponible podremos instalar la ayuda para el aparcamiento, 311,50 euros o hacernos con unos prácticos calzos para distribuir la carga del maletero por unos módicos 14,51 euros.
A este coste deberemos restar las ayudas correspondientes y a falta de conocer las cifras definitivas del nuevo Plan Movele, es de esperar que el C-Zero reciba la máxima aportación por lo que a los 34.870 euros deberemos restar los 6.000 euros, lo que nos dejará una cifra final algo más atractiva pero igualmente astronómica para un coche de estas características, 28,870 euros.
Como resultado de este fuerte desembolso, seguramente reservado a flotas privadas y organismos públicos, dispondremos de un coche eléctrico listo para el día a día que a pesar de sus limitaciones de autonomía, con 150 kilómetros de media, estos se muestran suficientes sobre todo si los usuarios disponen de lugares donde realizar recargas parciales durante las paradas, algo para lo que se necesitan los fundamentales puntos de recarga.
Pero lo más curioso es que este coste resulta ser el doble que la versión americana de su hermano gemelo Mitsubishi Miev, que después de impuestos y ayudas, sale por 20.490 dólares, casi 14.000 euros al cambio, demasiada diferencia para achacarlo solamente a la diferencia impositiva.
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