A estas alturas decir que los coches eléctricos son el futuro está bastante claro y queda incluso redundante, pero el presente de esta forma de movilidad sin emisiones es como poco lento aunque, eso sí, progresivo.
Ha costado un lustro de ventas de coches eléctricos para alcanzar 1 millón de unidades vendidas. Para lograr esta suma de seis ceros en 2018 han bastado sólo seis meses, según datos de Statista, lo que pone de manifiesto el creciente abrazo de la sociedad a los coches eléctricos.
El avance de los coches eléctricos en el mundo
El Tesla Model 3 ha sido sin duda uno de los protagonistas eléctricos de 2018, y es que aparte de tener la misión de ser el Tesla más asequible, también se ha convertido en uno de los coches más importantes de la historia. El Model 3 ha sido el primer coche eléctrico en conseguir vender más de 100.000 unidades en un año, algo a los que los Nissan Leaf y Baic EC posiblemente alcanzarán durante este 2019.
La consolidación del coche eléctrico está siendo más lenta de lo que nos gustaría quizá salvo en aquellos países con una política de transición hacia los vehículos no contaminantes muy agresiva. Así pues, Noruega está a la cabeza con un 49,1% de coches eléctricos sobre el total.
El top 5 está copado por países del norte de Europa con Islandia en segundo lugar (19,1%), Suecia (8%), Países Bajos (6,7%) y Finlandia (4,7%), aunque con unas cuotas que están extremadamente lejos de la referencia marcada por Noruega. El sexto clasificado es China con un 4,4% pero al ser un mercado gigantesco sus cifras de ventas son de líder.
Es curioso detenerse un momento y ver cómo Portugal ocupa la séptima posición con un 3,4%, por delante de países teóricamente más avanzados como Reino Unido (décimo puesto, 2,5%), Canadá (décimo segundo, 2,2%), Francia (décimo cuarto, 2,1%), Estados Unidos (décimo quinto, 2,1%) o Alemania (décimo séptimo, 2,0%).
En el podium de los países con mayor acogida de los coches eléctricos en cifras brutas, sin ponderar sobre el total ni sobre la población, China es el líder absoluto con 1,05 millones de unidades vendidas en el año 2018. Los otros dos países están a una distancia más que considerable con 361.000 unidades en EEUU y 73.000 unidades en Noruega.
La adopción de los vehículos eléctricos en el parque móvil de cada país depende en gran medida de la implicación estatal de cada nación. Mientras que en España casi toda la responsabilidad de un eléctrico queda en manos de los particulares, el gobierno nórdico tras acumular riqueza con la venta de petróleo y gas se involucró de manera activa en la transición hacia el modelo eléctrico.
En 2025 el gobierno noruego quiere que todos los vehículos nuevos que se vendan sean de cero emisiones y para conseguirlo no solo ofrecen ayudas para los eléctricos, también penalizan a los vehículos de combustión y fomentan la instalación de puntos de recarga. Mientras que en España hemos superado por poco los 4.000 puntos de recarga, en Noruega van por 8.000 con una población nueve veces inferior a la española en un territorio menos extenso (505.990 km² contra 385.203 km²).
Con el horizonte puesto en 2020 (o 2025 como mucho) para que la mayoría de los países electrifiquen sus coches en general, al menos en las grandes ciudades, las cifras inferiores a un 2% de coches eléctricos en todo el mundo parece una realidad bastante distópica.