Los fabricantes presentan cada vez más nuevos modelos de coches eléctricos. Y cada vez se venden más, sirva de ejemplo, el éxito alcanzado por el Tesla Model 3 en septiembre 2019 que se quedó a las puertas de ser el décimo coche (coche, a secas) más vendido en Europa ese mes.
Sin embargo, es cierto que la mayoría de modelos nuevos e interesantes tienen un precio de partida de 30.000 euros y subiendo. Hay excepciones, como el nuevo SEAT Mii electric, pero todavía son pocos los coches eléctricos asequibles. Pero ahí está el mercado de segunda mano.
Antes de dar el salto y hacerse con un eléctrico, hay que tener en cuenta un elemento primordial y es que se ha de disponer de un punto de carga en el domicilio. Si bien no es algo obligatorio en caso de tener cerca algún punto de carga rápido (centro comercial, electrolinera, punto de carga público, etc) es muy recomendable.
Y es que el usar continuamente este tipo de cargas a la larga afectará negativamente a la vida útil de la batería, mermando sobre todo su capacidad y por tanto la autonomía del coche. Siempre hay excepciones, por supuesto, pero en la inmensa mayoría de los coches será el caso. Y además, será un poco más caro que recargar el coche en casa.
Hay que tener en cuenta que, a pesar del extendido rumor, sí se puede instalar un punto de carga en un parking comunitario, incluso cuando la comunidad de vecinos se oponga (sea cual sea el motivo que esgriman). Solo hay que informar a la comunidad que se hará y punto.
Batería en alquiler o en compra
Algunos modelos, sobre todo de Renault y los primeros Nissan Leaf, podían tener la batería en alquiler. Esto implica tener que pagar una alquiler cada mes que varía en función de la capacidad de la batería y de los kilómetros que vayamos a realizar al año. Los precios del alquiler pueden variar desde algo menos de 100 euros hasta unos 170 euros al mes.
A la hora de comprar un coche eléctrico quizá no sea la mejor opción. De hecho, la gran mayoría de fabricantes han optado por vender la batería con el coche. En teoría, el interés de un alquiler de batería está en el hipotético caso de una avería o degradación importante de la batería, ésta sería sustituida. Sin embargo, la gran mayoría de las baterías parecen tener una vida útil bastante larga. Y muchos fabricantes ofrecen garantías para las baterías de hasta ocho años.
Por otra parte, es verdad que, llegado el caso, un coche eléctrico con una batería con una capacidad mermada o que haya que sustituir tiene poco sentido. Y es que, según las marcas y el tipo de batería, estamos hablando de un mínimo de entre 6.000 y 8.000 euros para una batería tipo Nissan Leaf. Es decir, casi siempre será pagar lo mismo o más de lo que vale el coche en el mercado.
El kilometraje es secundario
Otro elemento a tener en cuenta es el kilometraje. Si bien en un coche gasolina o diésel, el kilometraje influye sobre su valor (cuánto más km, más barato), curiosamente en un coche eléctrico no es tan relevante. Un eléctrico X o Y de, pongamos 2016, cuesta lo mismo con 60.000 km que con 120.000 km.
Y es que como su mantenimiento es tan reducido (climatizador y sus filtros, neumáticos y muy ocasionalmente pastillas de frenos), los kilómetros que tenga influyen poco, pues no se habrá "desgastado". Sin embargo, debería influir, pues cuanto más kilómetros haya efectuado, mayores ciclos de carga y descarga habrá experimentado su batería y por tanto su capacidad y autonomía podrían verse afectadas. Lo que sí influirá sobre el precio es el año de primera matriculación ya que los modelos más antiguos suelen tener baterías de menor capacidad.
Por otra parte, el mercado de segunda mano de los coches eléctricos no es precisamente enorme. En el momento de escribir estas líneas, en los dos portales de referencia de segunda mano de nuestro país, coches.net y Autoscout24.es, hay menos de 400 coches eléctricos en venta.
Ojo, si usamos el filtro “combustible: eléctrico” de estos portales, la cifra es más alta, entre 750 y 900 coches eléctricos, ya que muchos anunciantes cuelan ahí toda clase de híbridos eléctricos, desde midl hybrid hasta híbridos enchufables, para ver si consiguen atraer a algún cliente indeciso.
Aun así, nos centraremos en los coches eléctricos que consideramos más interesantes en el mercado de los usados, así como alguna alternativa de etiqueta cero. La gran mayoría de estos modelos son de uso esencialmente urbano, pero también hay hueco para algunos coches con cierta capacidad para viajar.
BMW i3 (desde 18.000 euros)
El BMW i3 ha sido objeto de diversas actualizaciones a lo largo de su vida comercial, aumentado la capacidad de la batería y su autonomía con cada una de ellas. Empezó con 22 kWh y está ahora por 42,2 kWh con una autonomía ahora de hasta 310 km. En las primeras unidades, la autonomía real es de más o menos unos 150 km. La batería es en propiedad, pero cuenta con una garantía de ocho años o 160.000 km.
A tener en cuenta a la hora de decidirse por uno: de serie venía equipado con un cargador doméstico no compatible con los puntos de carga rápida. Aunque muchas unidades equiparán el cargador opcional, para poder usar una wallbox en el domicilio.
También hubo una versión con extensor de autonomía (un dos cilindros gasolina de moto), el i3 REX. Quizá sea una buena opción para quien haga más de 100 km diarios, pero en ningún caso sirve para viajar. Los precios más bajos rondan los 18.000 euros.
Nissan Leaf (desde 11.000 euros)
El Nissan Leaf es uno de los eléctricos más vendidos de España, por lo que encontrar alguna unidad en el mercado de ocasión no será complicado. Algunas de las primeras unidades se vendieron con baterías en alquiler, pero la mayoría de la clientela al parecer optó por la batería en propiedad.
Inicialmente, llegó al mercado con una batería de 22 kWh. En 2016 la capacidad subió a los 30 kWh para una autonomía real de unos 200 km. Con la versión de 30 kWh, la batería es necesariamente en propiedad, pero cuenta con una garantía de ocho años o 160.000 km y además el cargador rápido de 6,6 kW forma parte del equipamiento de serie en esta versión de 30 kWh.
Por esas razones, en el caso del Leaf, recomendamos la versión de 30 kWh. La horquilla de precios para un Leaf de 22 kWh es de 11.000 a 16.000 euros, mientras que las unidades con batería de 30 kWh comienza, de media, en 16.000 euros.
Renault ZOE (desde 8.500 euros)
El Renault ZOE es otro de los eléctricos más vendidos en España. Las primeras versiones equipaban una batería de 22 kWh, que subió a 41 kWh en 2017. En el caso del ZOE es más habitual encontrar modelos con la batería en alquiler, ya que, al menos en la primera generación, salía a cuenta alquilarla (incluyendo una garantía de por vida).
El ZOE cuenta con cargador rápido y es un coche eminentemente urbano. Y en ese entorno, con una autonomía real de unos 250 km. En contra suya, el ZOE tiene una calidad percibida de los acabados un tanto irregular.
Al igual que con el Leaf, la versión con mayor capacidad es la más interesante, aunque en este caso los precios arrancan sobre los 13.000 euros. En el caso de una versión anterior a 2017 se encuentran a partir de 8.500 euros, con las mejores unidades (con menos de 30.000 km) rondando los 12.000 euros.
Tesla Model S (desde 39.000 euros)
Es imposible hablar de coches eléctricos sin mencionar a Tesla. El Model S fue su primer coche de volumen. Es una berlina fastback de casi 5 metros de largo, con una habitabilidad ligeramente superior a la de un Mercedes Clase S y que llegó al mercado con una gama compuesta por dos baterías, una de 60 kWh y otra de 75 kWh, que se amplió rápidamente a 85 kWh.
La garantía de las baterías del Model S es de ocho años sin límite de kilometraje (con la excepción de las baterías originales de 60 kWh fabricadas antes de 2015, que cuentan con un periodo de 8 años o 200.000 km, lo que suceda primero).
Viendo los precios de los 75 kWh y 85 kWh, nuestra recomendación es la de un Model S 85 de tracción trasera (378 CV y 430 km de autonomía real) cuyo precio rondará los 45.000 euros. La mayoría cuentan, además, con el uso de los Supercargadores gratis de por vida (a diferencia de los modelos más recientes en los que ya es preciso pagar cada vez que se usan).
Volkswagen e-Golf (desde 18.000 euros)
La baza del Volkswagen e-Golf es que es un Golf. Hubo dos versiones. La primera, con un motor de 85 kW (115 CV) y una batería de 24,2 kWh otorgaba una autonomía real de unos 120 a 150 km, mientras que la segunda, a partir de 2017, ofreció una batería de 35.8 kWh y un motor de 100 kW (136 CV). La autonomía mejoró notablemente con unos 200 km reales.
A su favor cuenta con la calidad percibida de sus acabados, la habitabilidad propia de un Golf (aunque el maletero es un poco más pequeño que sus equivalentes diésel y gasolina) y un comportamiento dinámico que aunque da prioridad al confort, es similar al de los Golf con motor térmico.
Un Volkswagen eGolf de 85 kW, del cual hay pocas unidades en el mercado de segunda mano, costará entre 18.000 y 20.000 euros. Las unidades posteriores a 2017 y con menos de 20.000 km para la mayoría, cuestan en torno a 25.000 euros. Hay que recordar que cuando estaba en el mercado, el eGolf de 100 kW costaba desde 36.000 euros.
Bonus track: Opel Ampera/Chevrolet Volt MkI (desde 12.000 euros)
El Opel Ampera se vendió originalmente como un coche eléctrico con extensor de autonomía, pero que en ocasiones muy puntuales el motor térmico también accionaba las ruedas. Es decir, era un híbrido en serie y al mismo tiempo en paralelo. Equipaba una batería de 16 kWh y un 4 cilindros 16 válvulas de 1.396 cc de Opel Corsa. Con una autonomía real de 55 a 60 km, es un coche que en uso diario puede tener un consumo real inferior a los 2 l/100 km (si se recarga a menudo, claro está).
Es una opción viable para quien no dispone de un punto de carga en su domicilio y solo puede contar con los puntos de carga públicos. Y aunque no sea un eléctrico puro, es una buena manera de acercarse a la movilidad eléctrica por primera vez sin arriesgarse demasiado. Obviamente, cuenta con la etiqueta cero emisiones de la DGT. Cuenta con un maletero de 310 litros, es un 4 plazas y tiene un diseño muy diferenciador que no ha envejecido nada.
Actualmente, hay muchas unidades de segunda mano procedentes de Holanda y otros países del norte con kilometrajes que rondan para la mayoría los 150.000 km, aunque algunos solo rozan los 90.000 km. Hay que contar entre 12.000 y 14.000 euros para un modelo con fuerte kilometraje y de 17.000 a 20.000 euros para una unidad con menos de 90.000 km.
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