El último ataque de la gran figura de la industria de la automoción estadounidense, Bob Lutz, puede que haya defraudado a algunos de sus seguidores. El exconsejero delegado de General Motors había "competido" con Sergio Marchionne en sus rajadas en contra de la movilidad eléctrica, vilipendiando no solo a Tesla Motors, sino a proyectos de su propia casa como el Chevrolet Volt (que debería haber sido un camión) o el Chevrolet Bolt (una empresa ruinosa).
Pues bien, tan raro como parece, la última opinión de Lutz le lleva a despreciar a la pila de combustible de hidrógeno y ensalzar, en cierto modo, a la movilidad eléctrica. A colación de lo que cuenta en su libro Car Guys vs. Bean Counters, ha vuelto a exponer en público su oposición contra esta tecnología, especialmente durante el período en que estuvo al frente de General Motors.
No dejé de atacar ese compromiso tan grave y decidido con el coche a hidrógeno, entendiendo que es una tecnología muy alejada que nos está robando los recursos necesarios para crear soluciones más cercanas y sostenibles.
Las palabras de Lutz van acompañadas de una dura crítica al CEO, Rick Wagoner, que fue "convencido por el lobby del hidrógeno" durante la anterior década para creer que estábamos a punto de entrar en una nueva revolución en favor de la pila de combustible. Algo que, como bien sabemos, no ocurrió.
Bob Lutz incluso reflexiona sobre los problemas con el hidrógeno, especialmente en lo que se refiere a su producción, almacenamiento y distribución de forma masiva y sostenible.
La industria de la automoción lleva décadas experimentando con sistemas de almacenamiento de hidrógeno, y ninguno hasta ahora ha tenido sentido alguno.
Al contrario, defiende la movilidad eléctrica a este respecto, el de la infraestructura de recarga, señalando que es muy complicado negar el hecho de que se puede recargar en cualquier parte. Con todos los respetos: Lutz, quién te ha leído y quién te lee.
Vía | Wards Auto
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