En BMW se marcaron 2020 como fecha límite para la llegada al mercado de sus vehículos con conducción autónoma, y conscientes de lo rápido que pasan los años y la ventaja que llevan algunos de sus competidores han decidido trasladar a China las pruebas de su sistema.
Esa será la segunda fase del proyecto tras haberse probado el futuro de la marca en Europa, y en el país asiático tocará centrarse en el uso de mapas digitales, GPS, radares y cámaras con sensores enfocadas al uso de la conducción autónoma en sus grandes urbes y autopistas con la dificultad añadida de las vías rápidas de distintos niveles.
Para ello la marca bávara utilizará distintos prototipos autónomos de su futuro catálogo de vehículos durante los próximos dos años, antes de saltar a la fase final que derivará en la llegada al mercado de vehículos con este sistema de conducción adaptado a todos los niveles, no sólo al uso en autopistas y autovías.
Como en el caso del resto de marcas BMW cree que la llegada del sistema a sus vehículos ofrecerá un nuevo nivel de control frente a la reducción de accidentes, lo que sería un gran logro a nivel industrial y también una promoción comercial que, probablemente, cambiará la forma en la que miramos a nuestros coches.
En Motorpasión Futuro | ¿Transformar un vehículo convencional en uno autónomo? Tal vez esté más cerca de lo que crees