Más de dos años se lleva hablando en Bentley de la posibilidad de fabricar un modelo eléctrico y cada vez las presiones medioambientales ejercen más fuerza en la marca para que si no saca un modelo 100% eléctrico, al menos, si saque a la venta un modelo híbrido enchufable de forma que sus sistemas de propulsión sean algo menos contaminantes.
Aunque en estos últimos tiempos estamos viendo en Bentley ciertos cambios en las motorizaciones que apuntan hacia esa línea, como la introducción de motores turbo de ocho cilindros sustituyendo a los clásicos de 12 cilindros, ahora nos tocará ver otro cambio más radical con la incorporación de motores eléctricos en las motorizaciones y, un poco más adelante, motorizaciones diesel.
La introducción de un modelo híbrido supone un peso adicional al coche sobre el cual los ingenieros de Bentley están trabajando para intentar minimizarlo lo máximo posible. El sistema eléctrico tendrá una autonomía en torno a unos 25 km, mientras que de la batería sigue sin saberse nada, ni de su composición ni de su capacidad.
Una vez salga a la venta el modelo híbrido enchufable, presumiblemente en 2016, primero en el nuevo modelo SUV y posteriormente en alguno de los modelos Spur Continental o Flying, se comenzará a trabajar en una nueva motorización diesel. Todavía no se sabe cuáles serán las especificaciones técnicas de ese motor diesel , tan solo se sabe que seguirá los mismos pasos en su lanzamiento que el híbrido enchufable, es decir, primero saldrá en el modelo SUV para luego estar disponible en el resto de los modelos. De momento no se sabe si el Mulsanne será uno de ellos o no.
Vía | Motor Authority
En Motorpasión Futuro | El nuevo SUV de Bentley será el primero de muchos híbridos enchufables