La movilidad eléctrica tiene no pocos obstáculos a los que sobreponerse en su objetivo por revolucionar el transporte. Desgraciadamente, ciertos episodios de vandalismo suelen llegar a nuestros oídos más a menudo de lo que querríamos. Y si bien es la infraestructura de recarga la que más suele sufrir este tipo de ataques, durante el último mes en París han sido los coches eléctricos de la flota de Autolib.
El carsharing del grupo Bolloré ha poblado París desde 2011 con su Bolloré Blue Car, y hasta la fecha el servicio no había vivido un asalto como el vivido durante las últimas protestas en contra de la nueva legislación laboral francesa.
Según ha destacado la compañía, los manifestantes se han cebado especialmente con el Blue Car y hasta la fecha han ardido 45 unidades del eléctrico, a las que hay que sumar múltiples desperfectos en las estaciones de recogida y de carga. No es nuestra intención reflexionar sobre los argumentos de los manifestantes, pero no podemos dejar de lamentar los ataques contra las infraestructura pública, y en concreto, contra los coches eléctricos parisinos que cada día contribuyen a mejorar la calidad del aire.
Si hablamos de nuestro país, no podemos olvidar los casos de vandalismo de la ciudad de Madrid, donde gran parte de los puntos de recarga públicos han quedado inutilizados durante periodos de tiempo nada breves por culpa de actos vandálicos, en un contexto bien diferente, eso sí.
En Motorpasión Futuro | Renault hereda la fabricación del Bolloré BlueCar