Audi no quiere perder el mercado real de los coches eléctricos, y por eso ya está trabajando en la mejora de las baterías en compañía de sus socios, Dassault Systemès y Fees Verzahnungstechnik, dentro de un proyecto que de momento contempla a tres años. El objetivo de la marca es lograr la mayor competitividad posible para meterse en la fabricación en serie de vehículos eléctricos.
En el proyecto también están implicados el Gobierno de Alemania a través de su Ministerio Federal de Educación e Investigación, y siete universidades e instituciones: la Universidad Técnica de Dresde, también la de Chemnitz, la Universidad Friedrich-Alexander de Erlangen, la Escuela Técnica Superior de Colonia Rheinische, el Instituto Fraunhofer de Tecnología de Fabricación e Investigación de Materiales Aplicados, y el Instituto del Automóvil de Aquisgrán y la Universidad Técnica de Múnich, estas dos instituciones presentes además en la aventura de Better Place e EasyBat.
La marca alemana aún no ha dado demasiados detalles sobre sus avances, pero sí que ha explicado que se están mirando muy mucho la cualificación y la seguridad de los trabajadores en las plantas que deban dedicarse a la producción de componentes de alto voltaje. Traducción: están trabajando en ello, pero o no quieren soltar prenda o el trabajo que tienen adelantado es más bien discreto.
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