Recientemente y de manos de Dominique Boesch, cabeza de la división de ventas Audi en el grupo Volkswagen, se ha dado a conocer que la marca dotará a todos los vehículos de su compañía fabricados en China de un sistema semihíbrido basado principalmente en el sistema start-stop.
De esta forma se prentende que a partir de 2012 todos los vehículos construidos en el país cuenten con esta premisa destinada a reducir en aproximadamente un 5% el consumo de carburante. Se espera también que los vehículos fabricados en otros países y destinados al país asiático cuenten con esta tecnología.
Lo que no tienen demasiado claro según apunta el propio Boesch es la estrategia de precios que van a seguir respecto al precio de cada versión, aunque es de esperar que el incremento, ahora que se pone en marcha esta iniciativa, sea limitado para poder seguir compitiendo de tú a tú en dicho mercado. El próximo Audi Q5, en cambio, llegará como híbrido puro.
Vía | China Car Times