Hoy conocíamos la alianza que ha llevado a trabajar al gigante de la industria del petróleo Shell junto BMW, o lo que es lo mismo, junto a su compañía filial Designworks. No ha sido algo demasiado sonoro, "tan solo" van a desarrollar en común un nuevo concepto de estación de servicio dedicada al repostaje de hidrógeno para automoción.
La idea se basa en adaptar las actuales gasolineras al hidrógeno como combustible, lo que en gran parte ha implicado en su proyecto una modificación de los boquereles, adornado además con términos tan futurísticos como su diseño como Oasis concept o Fixstern. Todo esto sigue siendo una declaración de intenciones por parte de Shell, compañía que en los últimos meses está invirtiendo bastantes esfuerzos en sumarse a la carrera por el coche a hidrógeno.
No podemos olvidar que los británico-holandeses también están apoyando al coche eléctrico, pero a la vez parece que están mostrando cierta inclinación por su familiar con pila de combustible de hidrógeno.
No en vano han comenzado una campaña bastante ambiciosa en la que ven al hidrógeno como el combustible líder de cara a las próximas décadas. Una visión que en movilidad alternativa no solo se puede prever, sino que hay que construir para que se convierta en una realidad.
El primer granito de arena de Shell va a ser lanzarse a apoyar la infraestructura de repostaje en Estados Unidos, Reino Unido y Alemania. Para este último país, han planificado la apertura de 400 nuevas estaciones de hidrógeno en 2023. Un proyecto del que podemos decir tendrá un presupuesto muy elevado, y que por lo visto, Shell está dispuesta a invertir para que el coche con pila de combustible de hidrógeno termine por popularizarse.
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