Pese a las presiones procedentes de Alemania que han venido torpedeando los futuros planes más estrictos contra las emisiones contaminantes, existe otra tendencia en el país que busca limpiar la imagen que los escándalos de sus fabricantes han dejado. En ese sentido, el Ministro de Transportes, Alexander Dobrindt, ha declarado que stán trabajando en introducir pruebas de emisiones propias.
Lo más destacados de estas es que serían aleatorias y se producirían sin previo aviso. Una idea que el propio Dobrindt indica que viene inspirada de los controles para combatir el dopaje en el mundo del deporte, y cree que fomentará de forma indirecta los esfuerzos a favor de la movilidad eléctrica.
La propuesta está pendiente de ser presentada ante el parlamento alemán el próximo jueves, e incluiría medidas para asegurar la máxima transparencia de estas prácticas, como rotar a los técnicos encargados de los test periódicamente.
Estos "auditores" de las emisiones no probarán modelos que les sean brindados directamente por los fabricantes, sino que el plan conlleva utilizar coches que ofrezcan las compañías de alquiler de vehículos, para así evitar posibles manipulaciones. Tales medidas indican una desconfianza ganada a pulso por parte de algunos fabricantes.
Vía | Europe Automotive News
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