El escándalo de emisiones de Volkswagen ha abierto un nuevo capítulo, o más bien, inaugura oficialmente una secuela muy curiosa. Se trata de la acusación oficial del gobierno alemán contra el grupo Fiat Chrysler ante la Comisión Europea por una manipulación fraudulenta de sus motorizaciones diésel 2.0, similar a la descubierta en los vehículos de Volkswagen.
Las autoridades alemanas iniciaban una investigación propia que incluía a 53 modelos tras lo vivido con el grupo VAG; y si bien las sospechas y amenazas sobre Fiat no son nuevas, ha sido esta semana cuando los alemanes han oficializado la acusación una vez han finalizado sus tests. Estos han descubierto lo ya apuntado, un sistema que oculta las emisiones reales de óxidos de nitrógeno (NOx) durante los primeros usos de los propulsores, lo que les permitiría a la vez burlar los controles de emisiones.
Así lo apunta la publicación Wirtschafts Woche, citando diretamente a fuentes del gobierno germano. Ahora queda ver cómo reacciona la Comisión Europea. En anteriores capítulos de este posible escándalo transalpino la Unión Europea se había lavado las manos sobre este asunto, apuntando que se trata de una competencia de las autoridades italianas, que por su parte señalan que no hay nada anómalo con el grupo FCA.
Por tanto y pese a las pruebas aportadas por Alemania, la estrategia política podría cuanto menos retrasar la inspección de las motorizaciones de Fiat. Es escándalo afectaría a modelos como el Fiat 500X, el Jeep Renegade u otros compañeros de plataforma, incluyendo a la Fiat Doblo.
Seguiremos pendientes, sobre todo, para comprobar si Fiat Chrysler termina cediendo y realizando un reconocimiento oficial, como ya en su día hizo Opel en un comunicado que estuvo lejos de trascender en la esfera pública. Como ya mencionábamos en su día, se trata de la estrategia de la rectificación sigilosa.
Vía | Automotive News Europe
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