De vez en cuando aparecen propuestas totalmente descabelladas, pero que llaman nuestra atención de forma especial, es el caso del Airbone Metro, una estación voladora con capacidad para 3.000 personas y que podría suponer un importante ahorro de combustible.
La idea es la siguiente, cuando tenemos que enlazar un vuelo o realizar una escala, este debe tomar tierra y volver a despegar, con el consiguiente problema de ruidos y sobre todo, energético ya que estas dos operaciones suponen una gran parte del consumo de un avión, entonces en lugar de volver a tierra, utilizaría esta plataforma para realizar el aterrizaje y de nuevo, el despegue.
Por supuesto, hacer despegar a un monstruo de estos es costosísimo, por lo que la solución de sus diseñadores sería que gracias a un reactor nuclear, este se mantuviese volando de forma continua en las cercanías de las grandes ciudades, como Londres o Tokio, y ayudar de esa manera a reducir la congestión crónica de estos aeropuertos, además de reducir el consumo de los aviones entre un 40%, para recorridos cortos y hasta un 90% en vuelos de 10.000 KM.
Por supuesto las preguntas y las dudas de agolpan al ver este desarrollo, sobre todo por tener a un reactor nuclear volando sobre nuestras cabezas, aunque debemos recordar que ya existen precedentes, como el NB-36H, un avión nuclear desarrollado por la fuerza aérea norteamericana después de la segunda guerra mundial y que voló, en secreto, hasta en 47 ocasiones.
Vía | Aviation Week
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