Reciclar la energía procedente del frenado es algo que conocemos del mundo eléctrico. Usar motorizaciones de aire comprimido, también. Ahora, Sasa Trajkovic, que es un doctorando de la Universidad de Lund, en Suecia, anda detrás de combinar lo uno y lo otro en un nuevo concepto: el coche híbrido neumático. En él, la frenada regenerativa no produce electricidad sino aire comprimido, y ese aire se usa para ayudar a la propulsión del vehículo.
Trajkovic asegura que los autobuses urbanos podrían ahorrar hasta un 60 % del carburante que consumen. Y todo, gracias a la regeneración de la energía cinética que se disipa en una frenada. En las simulaciones realizadas, un 48 % de la energía se transforma en aire comprimido, un grado de aprovechamiento que “podría coincidir con el de los híbridos eléctricos actuales”, explica Trajkovic.
En la motorización propuesta, el aire comprimido se almacena en un depósito y se usa cuando es necesario, ayudando a un motor de combustión que puede funcionar con gasolina, gasóleo, GLP o GNC. Estas investigaciones no son una novedad. Ya en 2009, un equipo de investigadores de la británica Universidad de Brunel andaba trabajando en una fórmula similar para comprimir aire a partir de la frenada y aprovecharlo con posterioridad introduciéndolo en la cámara de combustión.
Para Per Tunestål, que es uno de los investigadores de motores de combustión de la Universidad de Lund, el proyecto es absolutamente viable y barato de implementar. De hecho, asegura que ya ha tenido contacto con alguna empresa india que se ha interesado por los híbridos de aire comprimido. ¿Serán estos una motorización más en el futuro?
Vía | coches.com
Más información | Universidad de Lund
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