Las marcas siguen explorando fórmulas para lograr que sus coches eléctricos imiten las sensaciones que proporcionan los de gasolina. Hyundai ha desarrollado un cambio de marchas para el IONIQ 5 N y Stellantis está procurando que sus deportivos de cero emisiones suenen a gasolina.
Lo hemos visto con el Abarth 500E, con el Maserati GranCabrio Folgore y ahora con el Dodge Charger Daytona, la variante 100% eléctrica del muscle americano. A través de un sistema de altavoces, emula el sonido del motor V8 del anterior Dodge Charger Hellcat.
Pretende rugir como un Dodge Charger V8 Hellcat, pero no
Los fabricantes son conscientes de que la electrificación no es plato de buen gusto para muchos (muchísimos) aficionados al mundo del motor y que lanzando modelos completamente eléctricos pierden clientes. Sin embargo, hoy por hoy, la electrificación parece ser la única opción de cara al futuro, por lo que las marcas están intentando crear fórmulas que convenzan a los más petrolheads.
Está claro que no es fácil, pero es todavía más complicado cuando se trata de un coche que es una institución para los aficionados al mundo del motor, como el Dodge Charger.
El modelo estadounidense lleva décadas siendo uno de los muscle cars más populares y tiene mucho que ver con los enormes motores V8 que ha utilizado desde que nació en 1966. Pero los tiempos han cambiado y el nuevo Dodge Charger no va a volver a utilizar motores V8: habrá versiones de gasolina con motor de seis cilindros en línea biturbo y un Charger 100% eléctrico.
Dodge pretende que este último, denominado Daytona, sea el sucesor del Dodge Charger con motor V8 HEMI, pero sus esfuerzos no están teniendo los resultados que esperaban. Bien es verdad que, a nivel de diseño, sigue la línea de sus predecesores, pero el concepto ha cambiado radicalmente.
Uno de los problemas del Charger Daytona completamente eléctrico es que es un coche gigante y muy pesado, demasiado. Utiliza una batería de iones de litio de 100,5 kWh de capacidad y se va hasta los 2.646 kg sin conductor, al nivel de un Kia EV9 y un Range Rover PHEV, por lo que no puede ser tan deportivo como antes.
También es cierto que no le falta músculo, puesto que sus dos motores eléctricos desarrollan hasta 670 CV en la variante Scat Pack, suficiente para permitirle acelerar de 0 a 100 km/h en 3,3 segundos. Pero hay un problema: aunque los Charger anteriores con motor V8 no eran tan rápidos, ofrecían más sensaciones y buena parte de esas sensaciones venían del motor V8 y de su sonido.
Dodge lo sabe y ha desarrollado un sistema de sonido para que el nuevo Charger Daytona eléctrico emule la melodía de un bloque V8 a través de altavoces. No es algo nuevo, de hecho, Stellantis está optando por esta fórmula en varias de sus marcas en un intento por multiplicar el atractivo de sus coches eléctricos. Lo hemos visto en el Abarth 500E y en el Maserati GranCabrio Folgore.
En su momento, Dodge anunció que el sonido del Charger Daytona sería espectacular, pero ha llegado el momento de escucharlo y ha defraudado. Podríamos decir que, para sorpresa de nadie, porque ningún sonido artificial puede estar a la altura de la música que produce un V8, sobre todo, un HEMI como el que utilizaba el anterior Charger.
Solo hay que ver los comentarios que han hecho los seguidores de Dodge en la publicación de Instagram que ha subido la marca para dar a conocer el sonido artificial del Charger Daytona.
Recuerda al caso del Abarth 500E. Los Abarth 500, 595 y 695 siempre han destacado por lo bien que suenan. Abarth ha intentado mantener viva esa característica en el 500E, pero el sonido que produce a través de los altavoces es tan artificial que no tiene nada que ver con el de los Abarth de gasolina.
Se nota demasiado y no produce, ni de lejos, la misma sensación que el sonido natural de una mecánica de combustión. Dodge prometía que el sonido artificial del Charger iba a ser épico, pero la realidad ha sido bien distinta.
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