"No estamos satisfechos, podemos hacer mucho más. Tenemos que redoblar los esfuerzos". Pedro Sánchez ha reconocido en el recién celebrado Foro de Anfac, patronal del automóvil en España, las carencias de las ayudas a la compra actuales del plan MOVES III, exclusiva para coches y vehículos enchufables.
El presidente del Gobierno ha asegurado que hay voluntad política, y recursos, para diseñar "en las próximas semanas" un plan MOVES mucho más eficaz que ayude a impulsar de verdad la movilidad eléctrica. Y es que España sigue lejos de la media europea en penetración del coche eléctrico, que es del 14 %. Mientras aquí los eléctricos puros sólo se llevan una cuota de mercado de poco más del 5 %.
De cara al usuario y comprador, esto pasa por coches eléctricos o PHEV más baratos. Y es que, pese a las rebajas por la guerra de precios desatada entre las marcas, la mayoría de coches eléctricos hoy rondan entre los 40.000 euros y los 50.000 euros.
Incentivos inmediatos al comprar el coche y que no se tengan que declarar a Hacienda
El plan MOVES III llegó hace ya tres años y se ha prorrogado hasta julio de este 2024. Y nada ha cambiado en este tiempo. En lo esencial, tampoco lo hizo respecto a anteriores: no son ayudas directas, el comprador recibe después de hacer la inversión (y puede tardar hasta dos años en percibirla), y nunca son completas, siempre hay que declarar un porcentaje en la declaración de la renta.
Antes de Sánchez, otros portavoces del Ejecutivo ya han reconocido en las últimas semanas justo estas dos carencias. También que quizá debería adaptarse a la renta para favorecer al que más lo necesita: ahora el límite lo marca el precio del coche, no el poder adquisitivo del comprador. Además, el proceso de solicitud debería ser mucho más sencillo.
La mera lógica dicta que es en estos puntos donde debe mejorar el plan MOVES en su nueva edición. Y son precisamente los que ha propuesto recientemente AEDIVE, patronal del coche eléctrico en España.
- Ayudas directas. Que sean los gobiernos autonómicos o los concesionarios los que adelanten la ayuda para que el comprador reciba el incentivo en el momento de comprar el coche y no meses, o años, después. La media de espera está entre los 10 y 18 meses.
- Incentivo íntegro. Que el comprador reciba la ayuda completa y no tenga que declarar un porcentaje a Hacienda según la renta. Para ello estos incentivos deben dejar de tratarse como ganancias patrimoniales. Este porcentaje va según la renta y, normalmente, supone estar entre un 24 % y 30% del total de la ayuda. Así, los 7.000 euros de incentivo (el máximo en un eléctrico) se quedan en 5.670 euros y 5.320 euros respectivamente.
- Ayudas más altas para las rentas más bajas. Poder optar o no a los incentivos del MOVES depende del precio del coche: el límite está en 54.450 euros incluyendo el IVA. Pero sería más justo que el límite lo marque la renta del comprador, favoreciendo al que más necesita con ayudas progresivas. Ahora mismo la única bonificación adicional es de un 10 % sobre el importe de la ayuda que disfrutan autónomos, usuarios de movilidad reducida y residentes de localidades de menos de 5.000 habitantes.
- Solicitud más sencilla. Aunque las ayudas del MOVES son estatales, las gestionan las comunidades autónomas. Así, el proceso no está unificado lo que es un dolor de cabeza para usuarios, vendedores e instaladores (en el caso de los incentivos para puntos de carga). El sistema de ventanilla única, que ya se aplica en otros países europeos, podría ser una buena solución. Y en todo caso, las condiciones deberían estar unificadas.
Fórmulas más allá de las ayudas: a vueltas con el IVA reducido. Por otra parte, hay otras opciones para reducir el precio de los coches eléctricos además de las ayudas o de que los fabricantes apliquen rebajas. Por ejemplo incentivos fiscales. Y lo ideal es que fueran directos, como el IVA reducido.
Esta fórmula se aplica por ejemplo en Noruega: hasta el año pasado el IVA no se aplicaba en los coches eléctricos lo que ha catapultado sus ventas. Ahora lo ha redefinido por el agujero que estaba suponiendo a las arcas públicas y otros motivos: se aplica un IVA reducido al 4 % o al 12,5 % según el precio del coche. En otros países como Portugal o Países Bajos el IVA se deduce posteriormente. En España se propone que sea del 4 %.
"La nueva movilidad solo será sostenible si consideramos el vehículo cero emisiones como parte de la solución, y no como el problema", ha señalado Wayne Griffiths, CEO de SEAT pero también presidente de Anfac. Pero con la realidad, infraestructura de carga aún muy deficitaria y los precios de los coches por las nubes, sí que puede serlo para muchos usuarios.
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